Amigas padecieron el mismo destino: ser asesinadas por sus parejas
Ciudad de México.- Julieta y Melani fueron víctimas de un mismo destino: ser asesinadas por sus parejas. Ambas eran amigas
Ciudad de México.- Julieta y Melani fueron víctimas de un mismo destino: ser asesinadas por sus parejas. Ambas eran amigas
Ciudad de México.- Julieta y Melani fueron víctimas de un mismo destino: ser asesinadas por sus parejas. Ambas eran amigas y no sólo vivían en la misma colonia, la Consejo Agrarista Mexicana, en Iztapalapa, sino que fueron privadas de la vida con casi cinco meses de diferencia entre una y otra.
El de Melani fue hallado dentro de la propia unidad habitacional donde vivía, el 17 de enero de 2016, según la indagatoria FIZP/IZP-8/T3/0118/16-01.
Los familiares de las víctimas se dijeron sorprendidos por la desgracia que compartieron las amigas en tan poco tiempo.
Julieta Paola Suaste Hurtado, de 24 años de edad, madre de dos pequeños y vendedora de calzado, acudió a una fiesta el 15 de agosto de 2015 y durante 9 días nada se supo de ella, hasta que fue encontrada con golpes y signos de asfixia.
Había denunciado dos veces a su pareja, Sergio Mauricio, por violencia física y psicológica, pero acorde a sus padres, la Procuraduría General de Justicia nunca le otorgó medidas precautorias.
Sergio Mauricio abandonó a los dos niños y desapareció al enterarse que estaba bajo investigación. Por él pesa una orden de presentación y localización, aunque según agentes de Investigación vive a salto de mata en diferentes estados del País.
Julieta conocía a Melani del rumbo, pese a que ésta última tenía 17 años de edad; platicaban cada que se encontraban, tenían amigas en común y conocían a sus parientes.
La madrugada del 17 de enero de 2016, consta en el expediente, la muchacha y su novio Francisco llegaron a la unidad habitacional donde vivían, pero caminaron hacia los edificios del fondo y ahí se sentaron en un sitio a oscuras.
Francisco admitió que en determinado momento Melani le confesó que se había acostado con otros hombres, algunos con los cuales mantenía contacto sólo por mensajería.
El joven -que en ese momento estaba bajo los efectos de las drogas- aceptó que al enterarse de ello, la ahorcó. Horas más tarde, dijo, despertó afuera de su casa y en un principio alegó haber sido asaltado, luego cayó en contradicciones y su propio padre lo entregó a policías preventivos.
A Melani la recuerdan como muy carismática, noble y apegada a su hermana, quien fue la que la encontró muerta recargada en un muro de la unidad.
A Francisco se le acusó de feminicidio, por lo cual podría pasar hasta 40 años en prisión; mientras tanto, al presunto asesino de Julieta lo siguen buscando.
Con información de Reforma