El acné es la dermatosis más común a nivel mundial, ya que se estima que casi el 100 por ciento de las personas lo presenta en algún momento de su vida. Se desarrolla especialmente a partir de la pubertad, y aunque la mayor parte de su prevalencia se observa en los varones, son las mujeres quienes con más frecuencia buscan atención médica para cuidar y atender las lesiones, mencionó Ana Teresa Infante Vargas, dermatóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
Se define como un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas y se presenta de diversas maneras, desde la menos grave con comedones (espinillas), hasta la variedad más delicada definida como quística, nodular y necrótica, que puede dejar secuelas como las cicatrices excavadas e hipertróficas o queloides.
“El mecanismo por el que se desarrolla el acné es multifactorial. Tiene una distribución particular que incluye selectivamente la cara, así como el tórax anterior y posterior”, indicó la dermatóloga del IMSS.
Hay cuatro factores principales que causan el acné: producción excesiva de grasa, obstrucción de los folículos pilosos con grasa y células cutáneas muertas, bacterias y el factor hormonal.
Aunque no existe un tratamiento específico, ya que depende de las características personales del paciente, un especialista puede controlar los mecanismos y factores que lo desencadenan en cada individuo y de esta forma reducir el riesgo de padecerlo o en su caso, controlarlo.
Las recomendaciones generales, son: evitar manipular las lesiones ya que pueden dejar marcas y cicatrices; no tocarse la cara con las manos sucias; evitar dietas que no sean recomendadas por un especialista; no aplicar productos de línea cosmética o de venta libre, no abusar del lavado facial, no recurrir a la aplicación de vacunas antibacterianas; así como evitar el uso de mascarillas, fibras y esponjas que no sean recomendadas por el especialista.
Existen muchos mitos en torno al acné, por lo que siempre es importante acudir con su médico familiar para aclarar dudas, y dado el caso, él lo canalizará con el especialista en dermatología para un tratamiento individual, este podría ser tópico (aplicado directamente en la piel) o con pastillas, si así lo requiriera.