¿A quién sirve el fanático de la política mexicana?
Las Reliquias del Hombre Ave por: Dr Adán Echeverría García
Las Reliquias del Hombre Ave por: Dr Adán Echeverría García
Adán Echeverría.
“…el último objetivo de la educación no puede seguir siendo el saber,
sino el querer nacido de ese saber. En una palabra,
tender hacia un hombre personal o libre”.
Max Stirner.
¿Le sirve a la razón, a la verdad y la justicia? ¿Le sirve a oscuros personajes que abusan de su pobre educación? ¿Le sirve a las maquinarias partidistas que solamente enriquecen a los líderes de sus partidos? ¿Le sirven al dinero, a la violencia, al dolor y la pena, a las masacres que se siguen normalizando en este 2020? ¿Cuál es la búsqueda de aquellos que solamente aspiran a defender lo que Andrés —Mesías, Caudillo, Ídolo, Rockstar, Sacerdote— diga, piense, les pida defender? ¿Qué pasa por su mente? Los fanáticos de Andrés, ¿en verdad son personas que aman el socialismo, la equidad de clases sociales, la destrucción del rico para el beneplácito del pobre?
¿Qué cosa esperan de este gobierno que comenzara el 1 de diciembre de 2018 y que, a poco más de un año, no termina de tener rumbo?
Con Kant reconocemos cuáles son los intereses de la razón y nos preguntamos: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar?, para poder describir ¿Qué es el ser humano? La filosofía de Kant busca la emancipación del individuo. Un reconocerse. Un mirar hacia adentro. Algo difícil en un mundo de exteriores y extremismos, donde el demostrar es sinónimo de estar presente, de existir. ¿Están acá los fanáticos de Andrés?
Hegel pretende que los conceptos libertad y espíritu sean elementos de la verdad, que desde la tensión y el ideal se origine la conciencia desgraciada; que la eticididad guie al trabajo y permita un individualismo moderno, cuya unidad formule la familia, y luego la sociedad civil, cuya dependencia recíproca y satisfactores lleven al trabajo abstracto, donde el todos sea referencia del sí mismo. Hegel pretendía un estado libre y un hombre religioso, algo demasiado aspiracional. En Hegel el Estado regula el mercado, planifica la sociedad, administra el patrimonio, garantiza la libertad. No es de extrañar que alrededor del pensamiento de Hegel, sus jóvenes alumnos se agruparan en la taberna y se les conociera como “Los Libres”, integrado entre otros por Bruno Bauer, Arnold Ruge, Feuerbach, Moses Hess, Marx y Engels; y donde imperaba el colectivismo socialista y el antiindividualismo preconizado por el maestro. ¿Están acá los fanáticos de Andrés?
Para Marx la religión es un consuelo que crea dependencia y resignación, ocultando la injusticia y la desigualdad real. Dios es un producto de los hombres. La política no debe separarse la realidad social. Pero aboga por una dictadura del proletariado. Lo cual se fue cumpliendo al pie de la letra en muchos países que se asumieron rojos hasta la médula, y que terminaron lesionando la vida de sus pueblos: Cuba, URSS, como ejemplos; ¿quizá estén acá los ideales del fanático de Andrés?
Dice Vicente Eloy Cano, al revisar la obra de Max Stirner, que “lo único cierto, real, es el Individuo, o sea cada uno de nosotros, algo único e irrepetible. Todo lo demás es ficticio: Humanidad, Dios, Estado, Pueblo, Patria. Palabras, solo palabras, que no tienen interés para mí y, peor aún, casi siempre son mis enemigos”. Es notorio entonces que los fanáticos de Andrés no miran el México que dicen construir desde la postura del Gran Individualista Stirner. ¿Usted tal vez puede decirme qué ideal persiguen?