A medida que parejas envejecen el humor supera a las discusiones

Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de California analizaron, durante 13 años, conversaciones de 87 matrimonios que llevaban casados entre 15 y 35 años

A medida que las parejas envejecen el humor y la aceptación del otro va superando a las discusiones, según evidencia un trabajo realizado por investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos), tras analizar durante 13 años conversaciones de 87 matrimonios de mediana edad que llevaban casados entre 15 y 35 años.

Las conductas auditivas y verbales de los cónyuges se codificaron y clasificaron de acuerdo con sus expresiones faciales, lenguaje corporal, contenido verbal y tono de voz. Las emociones se codificaron en las categorías de ira, desprecio, disgusto, comportamiento dominante, actitud defensiva, miedo, tensión, tristeza, gimoteo, interés, afecto, humor, entusiasmo y validación.

En general, los resultados, publicados en la revista ‘Emotion’, han evidenciado un aumento de comportamientos positivos, como el humor y el afecto, y una disminución de los negativos, como la actitud defensiva o las críticas hacia el otro, conforme cumplían aniversarios.

Nuestros hallazgos arrojan luz sobre una de las grandes paradojas de los últimos años de la vida. Y es que, a pesar de experimentar la pérdida de amigos y familiares, las personas mayores en matrimonios estables son relativamente felices y tienen bajos índices de depresión y ansiedad», resaltó el autor principal del estudio, Robert Levenson.

Ahora bien, el trabajo ha mostrado que las mujeres suelen ser más expresivas a nivel emocional que los hombres, mientras que ellos, a medida que envejecen, tienen un comportamiento más dominante y menos afectivo. No obstante, en ambos sexos los comportamientos negativos disminuían con la edad.

Estos hallazgos subrayan la importancia de las relaciones íntimas a medida que las personas envejecen y los posibles beneficios que tiene para la salud asociados el matrimonio», destacó la coautora principal de la investigación, Alice Verstaen.

jcp