El hipotiroidismo subclínico (también conocido como hipotiroidismo no clínico) es una condición médica relevante en la población de adultos mayores. Esta enfermedad se caracteriza por mantener niveles elevados de hormona estimulante de la tiroides (TSH) con niveles normales de Tiroxina (T4). Los síntomas suelen ser sutiles y pueden confundirse con el envejecimiento, lo que llega a retrasar el diagnóstico y tratamiento.
En Nuevo León, según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), para mediados de 2024 se espera contar con una población de 730,274 personas mayores de 60 años. [1] Este crecimiento demográfico sugiere un número significativo de personas de la tercera edad que está en riesgo de desarrollar hipotiroidismo subclínico.
Este tipo de hipotiroidismo afecta aproximadamente entre el 14% y el 18% de las personas de 60 años, siendo más frecuente en mujeres y en aquellos mayores de 80 años [2]. Su diagnóstico suele ser desafiante para la comunidad médica y muchas veces retrasa su detección, debido a su naturaleza insidiosa e inespecífica en los signos que suelen presentarse en esta población.
Los síntomas de este diagnóstico se presentan en enfermedades parciales (oligosintomáticas) las cuales manifiestan un síntoma predominante que suele ocultar a los demás. Dichas afecciones se centran en sistemas como el nervioso, donde el paciente puede presentar bradipsiquia (pensamiento lento), pérdida de memoria; o como en el sistema cardiovascular donde manifiestan fatiga, debilidad o disnea.
Según el doctor Daniel Gámez, Geriatra del Hospital Universitario de Nuevo León, un tercio de las personas de la tercera edad con hipotiroidismo manifiestan los síntomas típicos de la hipofunción tiroidea. “Estudios han demostrado que hasta un 20% de los casos de hipotiroidismo subclínico pueden evolucionar a hipotiroidismo franco en el período de un año, especialmente en mujeres y en aquellos con anticuerpos antitiroideos”, agregó el especialista.
¿Por qué es importante vigilar los síntomas? El hipotiroidismo subclínico puede evolucionar a hipotiroidismo franco, también conocido como clínico, destaca por presentar síntomas evidentes y tener niveles elevados de TSH y niveles bajos de Tiroxina (T4) y la Triyodotironina (T3). Esta transición puede llevar a varias complicaciones si no se diagnostica y trata adecuadamente.
“Una de las complicaciones más importantes del hipotiroidismo subclínico es su impacto cardiovascular, esto se traduce en un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis y enfermedad coronaria, debido a la acumulación de colesterol en las arterias.” puntualizó el especialista. Este riesgo se incrementa si la condición progresa a hipotiroidismo franco, donde la elevación de lípidos es más pronunciada y la hipertensión arterial se vuelve más común.
Es importante no subestimar al hipotiroidismo subclínico en adultos mayores, aunque los síntomas sean leves, ya que esto puede impactar significativamente la salud cardiovascular de los pacientes. La progresión a hipotiroidismo franco puede generar complicaciones graves que afectan la calidad de vida y aumentan la morbimortalidad.
Por ello, es crucial acudir al médico y vigilar la función tiroidea de los adultos mayores con regularidad y un manejo adecuado para prevenir la evolución de la enfermedad y mitigar sus complicaciones. Los médicos geriatras y endocrinólogos son los especialistas que pueden atender esta condición bajo tratamientos seguros y fáciles de administrar en esta población.
[1] Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050 [en línea] https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/390959/Proyecciones_de_la_poblacion_de_Mexico_2016_2050_primera_parte.pdf[Consulta:19 de julio, 2024]
[2]M. Hornillos Calvo (2002), Hipotiroidismo en el anciano[en línea] https://www.elsevier.es/index.php?p=revista&pRevista=pdf-simple&pii=S113835930274392X&r=40 [Consulta: 05de julio, 2024]