Wi-Fi 6 y redes 5G: ¿rivales o complementos?

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*Por Hugo Simg Atilano

En el espacio de las tecnologías de comunicación, por lo general solemos escuchar hablar sobre Wi-Fi 6 y las nuevas redes 5G por separado. De cierta forma, en ocasiones se puede entender a ambas redes como si fueran a competir en el espacio de la conectividad. Después de todo, ambas tecnologías fueron creadas con bases similares, lo que se cierta forma se puede entender como una competencia.

Sin embargo, lo cierto es que, en muchos aspectos, Wi-Fi 6 y 5G no serán competencia, sino que funcionarán como tecnologías complementarias para poder expandir aún más las redes actuales. Así mismo, ambas tecnologías tienen cada una sus puntos débiles y sus puntos fuertes, lo que también refuerza bastante lo complementarias que son.

Construidas con los mismos pilares

Uno de los puntos de contención más grandes ha sido que ambas tecnologías parten desde los mismos principios. En términos sencillos, Wi-Fi 6 y 5G están pensadas para ser conexiones de alto ancho de banda, de baja latencia y que además también tienen una gran capacidad para mantener las conexiones establecidas. Estos 3 pilares están pensados justamente para suplir las demandas de consumidores y de empresas que cada vez requieren una conectividad más potente.

Cuando existen 2 tecnologías tan similares, es natural en ocasiones pensar que pueden ser competencia. Pensemos, por ejemplo, en la pelea que hubo hace varios años entre BluRay y HD-DVD por convertirse el formato estándar de alta definición. Sin embargo, aunque el mercado del entretenimiento es bastante reñido, el de la conectividad es uno bastante amplio y en donde todavía queda bastante tela por cortar.

Las redes 5G, al tener un alcance mucho mayor que una red de Wi-Fi, pueden pensarse como un reemplazo directo. Después de todo, 5G podría también significar una conexión a Internet similar o incluso más rápida que nuestra velocidad actual, pero con todas las ventajas de la baja latencia y de ser completamente inalámbrica. Esto es especialmente cierto cuando hablamos de chips para teléfonos, como el Dimensity 1200 o el Dimensity 9000 de MediaTek.

Wi-Fi 6, en cambio, requiere no solamente cables de conexión hasta los enrutadores que distribuyen la señal, sino también representa una inversión importante para los usuarios que deben empezar a adquirir nuevos enrutadores, módems de Wi-Fi y con el tiempo también dispositivos compatibles. Visto desde este ángulo, es un poco más fácil pensar que 5G puede muy fácilmente acaparar el mercado y tomar por completo el terreno de la conectividad.

Pensadas para diferentes usos

Si bien es cierto que estas tecnologías fueron pensadas con objetivos similares, los detalles nos dejan ver una realidad mucho más completa. En primer lugar, tanto Wi-Fi como las redes celulares tienen cada una fortalezas y debilidades debido a limitaciones físicas o de infraestructura.

5G claramente tiene ventajas como el rango de cobertura tan amplio que tienen las antenas, lo que significa que puede cubrir mucho más terreno que una conexión cableada. Sin embargo, este tamaño también viene con el balance que debe existir entre velocidad y rango. Las redes milimétricas de 5G, es decir redes por encima de los 6 GHz, son capaces de tener velocidades de Internet muy altas.

Sin embargo, estas velocidades significan que las ondas son tan ligeras que en muchos casos no son capaces de penetrar paredes u otros obstáculos. De la misma forma, no es menor el hecho de que estas redes 5G también requieren la instalación de antenas especializadas de última generación, lo que representa costos adicionales para gobiernos y para los operadores que se encargan de prestar el servicio.

Esta debilidad, entonces, puede ser reforzada gracias a las redes de Wi-Fi 6. Desde sus inicios, Wi-Fi estuvo pensado para existir como una red de corto alcance, pero con una gran capacidad para atravesar paredes y otros obstáculos que comúnmente se interponen entre el enrutador y los dispositivos conectados. Adicionalmente, en el caso de Wi-Fi no dependemos de operadores o de antenas externas, sino que solamente basta con tener una conexión a Internet y un enrutador compatible.

De la misma forma, compañías como MediaTek también se han enfocado en crear un portafolio de productos que logre llenar estos vacíos de conectividad. En el caso de MediaTek, la compañía taiwanesa no solamente fabrica los chips para teléfonos 5G, sino también los enrutadores y SoC para dispositivos de IoT que en muchos casos hacen uso de las redes Wi-Fi 6.

Mejor complementados

En muchas formas, estas tecnologías están pensadas para ser complementarias. 5G es desde sus inicios una red pensada para la movilidad, para poder tener una conexión que no solamente es muy rápida, sino que también es de muy baja latencia. Pensemos, de la misma forma, que 5G no solamente está pensada para descargar juegos o ver videos, sino también para ser utilizada en muchas otras industrias, como la automotriz o la industria pesada.

Mientras que 5G es perfecta para habilitar la movilidad, el desempeño en entornos cerrados o congestionados como casas o apartamentos es más favorable para Wi-Fi.

Juntas, Wi-Fi 6 y 5G representan nuevos estándares de la conectividad del futuro, permitiendo que tengamos la mejor conexión sin importar en qué ambiente estemos. Aunque cada tecnología por si sola tiene un potencial muy grande, al ser combinadas y utilizadas en ambientes distintos es cuando empezamos a vivir verdaderamente el mundo de la conectividad.

Lejos de ser rivales, o que pensar que una vaya a reemplazar a la otra, la industria en general ve a estas 2 tecnologías como totalmente complementarias y que deben necesariamente avanzar una a la par de la otra.

*Hugo Simg Atilano es Director de Ventas Corporativas de América Latina en MediaTek, empresa fabricante global de procesadores para equipos como smartphones, tablets, TVs digitales, dispositivos wearable y soluciones para Internet de las Cosas (IoT)