Tres poemas de Adán Echeverría.

Las Reliquias del Hombre Ave por: Dr Adán Echeverría García

La felicidad.

Hoy amanecí sin dinero

y mi hijo sonreía.

Ayer

al caer la noche

hablé por el móvil con mis pequeños

que viven al otro lado del país

y mi perrita me daba lengüetazos en las mejillas

y no me dejaba explicarles la angustia

de estar lejos.

No podía sino reír y escuchar que

Esteban había terminado la tarea

y que Alex

logró meter dos goles hacía unas horas

y se preparaban para dormir

tan lejos de mis brazos.

Por la tarde leí unos cuentos malos de Bolaño

y de nuevo “Historia del Ojo” de Bataille.

Di unas horas de taller literario

comí unos tamales

dormí abrazado a mi mujer

con mi bebo a nuestro lado

y la perra

siempre encima de nosotros.

 

Hoy desperté con la certeza

de la felicidad

paseando por la casa.

 

Eternidad.

Cuando un escritor parte de este mundo

la oscuridad se reacomoda

las palabras se sienten huérfanas de luz

y aletean en los libros

su tristeza

su abandono.

 

Déjalas salir

déjalas volar hacia tus ojos

que se inyecten en tus pensamientos

admítelas como parte de tu historia

son palabras huérfanas

que la humanidad lectora debe recibir.

 

Esa es la forma en que todo escritor que parte

renace y

reencarna en nosotros y

se hace eterno.

 

Misantropía hedonista

Bebía mucho,

grandes borracheras sin control

con tal de volverme

un tipo amigable.

 

Dejé de beber

al mismo tiempo que decidí

que hablar con los demás

carecía de sentido.