Suicidio colectivo

Las Reliquias del Hombre Ave por: Dr. Adán Echeverría García.

Adán Echeverría

A finales de los 80’s, principios de los 90’s la idea del fin del mundo, porque se acercaba 2000, no se hicieron esperar. A eso conducen los fanatismos. De los casos más sonados fue el de David Koresh, líder de los davidianos. Le tenían fe ciega al grado de que decidieron morir parapetados junto con él, en Waco, Texas.

El populismo es justamente ese tipo de fanatismo como corriente política. Usa el disfraz del buen pastor, el rito mesiánico; sus líderes deciden suplantar las figuras religiosas, contar con aval, hacerlos sus aliados, siempre y cuando respeten que el poner lo detentará el político y no el religioso. Desde esa postura aceptaba a fuerzas, utilizan un discurso para inculcar en sus seguidores que son quienes pueden salvarlos.

Quienes rodean al político ríen con él, sabedores que solamente necesitan en público guiar sus discursos en adoranza, para que los gobernados sigan creyendo en el Siervo del Pueblo. Quienes deciden usar la razón, dudar, destapar la cloaca y mostrar el hedor que acompaña los engaños de esos falsos profetas de la política, son convertidos en el enemigo, un enemigo que hay que derrotar en las urnas, hay que derrotar en el discurso, insultándolos, acosándolos, ninguneándolos. Con tal de que los seguidores del Líder Populista, como una masa ya sin pensamiento, los odie cada día más.

En el Sistema del Populismo sobresalen las siguientes características: 1. No son gobiernos de izquierda, al contrario, son sumamente capitalistas; pero de esos cuyo resentimiento con los anteriores gobernantes les hacen robar lo más rápido posible, para alcanzar las fortunas de aquellos a quienes políticos a quienes odiaban y que no repartían con ellos. 2. Su obediencia es piramidal. En la punta se encuentra el Líder Populista de tendencia mesiánica (Trump, Bolsonaro, Andrés), quienes separan el heno —seguidores— de la paja —adversarios—, para apoyar a la primera y lanzar a la segunda al horno, donde todo será crujir de dientes.

  1. Los seguidores siguen esa distribución piramidal, y pugnan entre sí para ver quien avanza un escalón que le lleve a acercarse más y más al Líder Populista. Mientras más cerca se está de él, más dinero y más impunidad: Léase Bartlett, Irma Eréndira, Ackerman, Delgado, Monreal, Durazo, Sánchez Cordero, Ana Gabriela Guevara.
  2. Debajo de esta franja están los bufones que hacen todo por llamar la atención del Líder Populista, y desarrollan estrategias cada vez más lamentables: El edil de Sinaloa (Jesús Estrada Ferreiro) decidió que pintaran un mural en el Palacio Municipal para inmortalizar a Andrés junto a Juárez, como si de un héroe se tratara. Hugo López Gatell y aquel nefasto: El presidente no es una fuerza de contagio, es una fuerza moral. El diputado tabasqueño Charlie Valentino León Flores pidió cambiar la Constitución y hacer que Andrés se reelija cuántas veces sea necesario. Y es de todos conocido las terribles formas de besar traseros que tienen los chamacos Attolini, Veloz, Gibrán, Hernán Gómez.
  3. Más abajo se encuentra la franja de combate. Zombies a los que se les regala dinero semanalmente para hablar siempre a favor de todo lo que diga el líder. En México, las granjas de bots que se coordinan desde la vocería de presidencia por Jesús Ramírez Cuevas; bots dedicados a atacar a quien Andrés decida.

Ese es el actuar de Andrés. ¿Acaso lo dudan aún? Ahora, la estrategia del gobierno para combatir el Covid-19, es que su población sea vacunada con al menos dos vacunas que aún se encuentran en Fase 3 (ensayos clínicos en miles y decenas de miles de humanos): como Curevac y Novavax; además de CanSino y la vacuna de Janssen. Pero tienen a todo el país hablando de la vacuna rusa.

¿Acaso los seguidores se deciden por el suicidio colectivo para ir con su líder hasta el fin de los tiempos?