Suciedad contra glamour en París

La suciedad en las calles de París indigna. En muchas estaciones del metro, en los parques y hasta en las plazas más chic, el olor a orina es evidente.

Sin hablar del excremento de perros, escupidas, montones de basura o de restos de obras que se acumulan en algunas avenidas.

A esta lista de malestares habrá que agregar una nueva y particularmente agresiva invasión de ratas tras un verano muy seco.

Hay ratas porque todo está muy sucio, por todos lados ves restos de comida, colillas. El servicio de limpieza no funciona”, denuncia una mujer parisina.

Stéphane Bras, miembro del Sindicato Nacional de Profesionales de Desratización, señala: “No debemos tirar restos de alimentos en estos basureros con bolsas de plástico, porque las ratas las rompen y se ponen a comer”.

La invasión de ratas preocupa a parisinos.

Hace unas semanas aparecieron en la capital estas peculiares cajas rojas cubiertas de plantas. Se trata de urinarios destinados, evidentemente, sólo a los hombres.

Los turistas ven en estos urinarios ecológicos un nuevo atractivo de París, los vecinos, la nueva causa de su malestar.

La polémica está servida. Estas estructuras, que afean la ciudad, no podrán poner fin a la micción pública.

Éstas son algunas de las quejas:

No veo cuál es el objeto de estos retretes al aire libre. No hay nada de privacidad. Esto es completamente inútil”.

Alguien debió haber pensado también en nosotras, las mujeres”.

Bienvenidos a la capital del glamour, París, que podría cambiar de gobierno dentro de 18 meses. Próximamente arrancará una despiadada batalla electoral para conquistar esta estratégica plaza. La actual alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, que va por su segundo mandato, atraviesa por la peor crisis desde que tomó las riendas de la ciudad en 2014.

Urinarios fueron colocados en París.

A las críticas por la falta de higiene y civismo se suma la ira por el fracaso del sistema de renta de bicicletas municipales y de coches eléctricos, así como los problemas en los transportes y en las nuevas vías peatonales que ocasionan embotellamientos monstruosos.

La regidora acaba de recibir un nuevo golpe: su número dos, Bruno Julliard, renunció acusando a su jefa de ineficacia y arrogancia.

“Me da gusto presentar al nuevo primer adjunto de la alcaldía, Emmanuel Grégoire”, dijo Anne Hidalgo al presentar al sucesor de Julliard.

La contienda por la ”Ciudad Luz”, con el chillido de más de ocho millones de roedores que viven en ella, cuatro por cada habitante, como sonido de fondo, se anuncia particularmente feroz.