Sin cambio de estrategia en seguridad, retroceso para 2020; Lic. Alejandro Desfassiaux

• Durante 2019 se contabilizaron 75,460 carpetas de investigación por robo a negocios.
• En 10 meses se superaron las 28,868 víctimas de homicidios de 2018
• Guanajuato, Estado de México y Baja California fueron las entidades con mayor índice delictivo

Ciudad de México a 5 de diciembre de 2019.- El 2019 cierra como el año más violento en toda la historia del país desde que se tiene registro, durante los primeros 8 meses de este año, según datos del SESNSP, se contabilizaron 75,460 carpetas de investigación por robo a negocio. Dicha cifra tuvo un aumento de hasta 8% con respecto al mismo periodo del 2018, considera el Lic. Alejandro Desfassiaux, Presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GSMI), ya que se aperturaron 69,858 carpetas de investigación por el mismo delito.

Por su parte, de enero a octubre se contabilizaron 29,574 homicidios cifra que en 10 meses superó las 28,868 víctimas que se registraron en todo el año anterior. Asimismo, el mes con mayor incidencia de homicidios fue junio donde se tiene contabilizadas 3,000 víctimas.

En este 2019 los estados que más violencia sufrieron en los primeros 10 meses del año fueron Guanajuato con 2,877; Estado de México, con 2,453; Baja California, con 2,488; Chihuahua, con 2,182; Jalisco, con 2,274; y Guerrero con 1,555. Con estos datos, alcanzamos los 100 homicidios al día, por lo que México necesita un cambio de rumbo urgente en materia de seguridad.

Los homicidios son sólo uno de los muchos sucesos negativos que están ocurriendo en México en materia de inseguridad; a ello se suman los constantes y significativos incrementos en los índices de secuestro, abuso sexual, robos, fraude y extensiones. De acuerdo con el INEGI 70.5% de la población mayor de 18 años no se siente segura.

“Al tiempo que crece la vulnerabilidad de la ciudadanía ante la inseguridad, hay que insistir en que se está relajando la capacidad de asombro de las personas, percibiéndose como algo cotidiano donde gobierna la injusticia. No nos podemos acostumbrar a que la seguridad pública se descomponga cada vez más rápido, a que sucedan cada vez más seguido tragedias como la ocurrida a la familia LeBarón, por mencionar un caso reciente”, aseguró el Lic. Alejandro Desfassiaux.

“Los mandos policiacos estatales y municipales deben egresar de un Colegio Nacional de Policía y se debe establecer un proceso de profesionalización para que dichos mandos pertenezcan a la Guardia Nacional, de tal manera que sea una carrera de largo plazo y no meramente política, mientras duren en el cargo los presidentes municipales o gobernadores”, añadió el presidente de GMSI.

México necesita institucionalizar el protocolo de seguridad pública a nivel nacional con un sólo cuerpo pero que funcione y sea eficiente; debido a que llevamos 35 años sin resultados en la lucha contra el crimen organizado; problema que no es sólo de este gobierno ni se originó exclusivamente desde 2006, como algunos suponen.

“La problemática más crítica es el contubernio del crimen organizado con las policías estatales y municipales, que en el mejor de los casos son ineptos y en la mayor parte, corruptos; generando con ello un clima caótico donde prevalece el derecho de piso y la impunidad. Ya no es posible continuar así y que sigamos pensando que la Guardia Nacional va a resolver todo. Mientras no se insista en que todos los mandos policiacos del país dependan de la Guardia Nacional, egresen de un Colegio Nacional de Policías como lo mencioné anteriormente y estén certificados, no va a haber resultados.” Subrayó el Lic. Alejandro Desfassiaux.

El número de elementos actuales y proyectados son insuficientes para mitigar el problema de todo el país. En términos empresariales y mientras el gobierno federal se reorganiza para desarrollar una mejor y más amplia estrategia en el combate al crimen organizado, es necesario que la seguridad privada, que coadyuva desde su área de acción con la seguridad pública, continúe desarrollando su función sustantiva de salvaguardar el buen funcionamiento de las empresas, sus bienes, su logística y distribución, sus empleados y su patrimonio.

Hoy más que nunca las organizaciones deben asegurarse de buscar aliados en seguridad privada que cuenten con la mejor tecnología, los mejores procedimientos y el mejor recurso humano, para ocuparse de la seguridad para su tranquilidad; siempre con un retorno de su inversión asegurado.