Salva ISSSTE a enfermera de morir por enfermedad rara

Aurelia Yanek llegó a tener incapacidad total, usó silla de ruedas y un tanque de oxígeno las 24 horas; ahora ha retomado su trabajo como enfermera en un Centro de Salud de Hidalgo

El ISSSTE presentó el Caso Médico Sobresaliente de Aurelia, paciente de 44 años, a quien le han salvado varias veces la vida debido a complicaciones por Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) asociada a Tromboembolismo Pulmonar Crónico (TPC), enfermedad catalogada como rara, por la cual llegó a tener incapacidad total, estuvo confinada a una silla de ruedas y dependiente de un tanque de oxígeno las 24 horas, pero gracias a tratamiento de alta especialidad hoy ha recuperado su vida personal y retomado su actividad productiva como enfermera.

Guadalupe Espitia Hernández, jefa del Servicio de Neumología y responsable de la Clínica de Hipertensión Pulmonar del Hospital Regional “1° de Octubre”, la más importante del instituto y la segunda más importante del país, comentó que a principios de 2013 la paciente fue atendida por Embolia Pulmonar Aguda con trombo en tránsito, por lo que tuvo que ser sometida a una cirugía de trombectomía y endarterectomía central, con resolución de fase aguda de insuficiencia cardiaca; no obstante a los tres meses reinciden los síntomas, se le realizan estudios que confirman diagnóstico de HAP asociada a TPC y se le inició tratamiento con medicamentos de alta especialidad que contribuyeron a su recuperación.

En tres meses Aurelia dejó la silla de ruedas y el oxígeno, reincorporándose a su trabajo; actualmente se encuentra en fase funcional 1 con buenas expectativas de calidad de vida”, subrayó la especialista.

De acuerdo a neumóloga, la OMS reconoce cinco tipos clínicos de Hipertensión Arterial Pulmonar, los pacientes con HAP asociada a TPC, como es el caso de Aurelia, tienen una sobrevida sin tratamiento de 2.8 años. Agregó que a Aurelia le fue detectada la enfermedad en 2013 y desde que fue incorporada a la Clínica de Hipertensión Pulmonar no ha requerido de hospitalización, lo que ha implicado ahorros de hasta 3 millones de pesos en su atención y tratamiento.

Por su parte, la enfermera Aurelia Yanek, quien trabaja como enfermera en el Centro de Salud de Zempoala, Hidalgo, narró lo difícil que es vivir con HAP.

Hubo un momento en que no podía moverme, tuve que usar silla de ruedas, dependía de los demás al 100%, me tenían que dar de comer en la boca, me dolían las piernas y los brazos, es una enfermedad limitante, llegué a pensar que jamás me iba a levantar de esa silla, estaba muy deprimida”.

Por el contrario, añadió la enfermera, “ahora, con los tratamientos de alta especialidad que he recibido y la vigilancia por parte de los especialistas, he podido volver a trabajar en mi profesión de enfermería que tanto me gusta; cada día abrir los ojos para mí es un logro, quiero ver crecer a mis hijos y estoy muy agradecida con Dios y con la institución”.

 

*amgl