Revelan caso de ‘sextorsión’ en la UNAM

“Todo empieza con una solicitud de amistad. Después empezó una plática casual. Hasta que me pidieron unas fotos. Envié unas fotos en ropa interior”, señaló una víctima “sextorsión” en la UNAM.

Elisa estudia en la Universidad Nacional Autónoma De México (UNAM). Hace año y medio recibió una solicitud de amistad en Facebook que le cambió la vida. Una persona con el nombre Mario Sánchez la contactó. Después la cortejo y le pidió fotografías desnuda. Tras obtenerlas, comenzó a extorsionarla para no publicarlas en redes sociales.

“Fueron dos o tres fotos y después me negué. Fue cuando empezaron las amenazas. Te entra pánico. Me empiezan a decir que tienen toda mi información, teléfono, dirección, datos de mi familia”, dijo la víctima de “sextorsión”.

El extorsionador le pidió “dinero y más fotos” para no exhibirla. Le advirtió que, de no pagar, publicaría sus imágenes en el perfil “Memes UNAM”.

“Me pedían más fotos, pero en donde apareciera completamente desnuda o videos donde me estuviera masturbándome. Me negué a enviar estas fotos y videos”, narró la joven.

Elisa pagó mil pesos para frenar la “sextorsión”. Así se conoce este delito en internet que impacta a cada vez más jóvenes, adolescentes y niñas.

“Siempre te piden sexo, por eso es “sextorsión”, hasta fotografías de tus hermanas, de tu mamá, de tus amigas, sexo oral, acostarte con alguien, con animales, hacer un video sexual con otra persona, te piden de todo”, señaló Olimpia Coral Melo Cruz, del Frente Nacional para la Sororidad.

Elisa bloqueó en Facebook al extorsionador y las amenazas cesaron, pero seis meses después, el acosador la contactó de nuevo para pedirle más dinero, ahora bajo el nombre de David Ávila en la red social Instagram.

“Esta ocasión fue más, y fueron cuatro mil pesos. Es un desgaste psicológico y son problemas tales que te llevan a insomnio, ansiedad, estrés así muy feo”, apuntó la víctima de “sextorsión”.

En un año y medio, Elisa ha tenido que realizar tres depósitos. el primero de mil, el segundo de cuatro mil, y el tercero de cinco mil. Todos a la misma tarjeta bancaria.

“Las personas creen que siguiendo o pagando esta cuota se van a librar y la realidad es que siguen pidiéndoles más, inclusive aumenta la cantidad. Regularmente se enfocan a personas que previamente ya estudiaron”, indicó Víctor Jiménez, de Delitos Cibernéticos de la Policía Federal.

El temor de Elisa aumentó cuando en el perfil de Facebook “Memes UNAM” se publicó una lista de estudiantes de varias facultades y preparatorias. Los administradores advirtieron que publicarían los “packs”, fotografías desnudas, de las mujeres y menores de edad señaladas.

“Si bien es cierto el mecanismo es la “sextorsión”, el delito en sí mismo es la pornografía infantil porque estoy obligando a que siga produciendo este tipo de material”, señaló Víctor Jiménez.

Elisa pidió ayuda al Frente Nacional para la Sororidad, una asociación que auxilia a mujeres que han sufrido delitos sexuales en internet. Ahí conoció a más víctimas del mismo extorsionador que opera en la UNAM.

“Me agregaban desde varios números de WhatsApp entonces uno de ellos coincidió, o bueno, sí coincidió con el perfil real que era David Ávila y no solamente yo, sino varias chavas ya se habían dado cuenta que coincidían con él”, dijo Elisa.

Ni Elisa ni otras víctimas de este sextorsionador lo han denunciado penalmente por temor a que exhiba sus fotografías en las redes.

“Tu vida sexual es privada, no tiene que ser parte de un escarnio público, y no tienen derecho a hacer, a extorsionar a las personas, y causarles un terror psicológico muy fuerte”, apuntó la joven, víctima de “sextorsión”.