Postura de la Diputada de MORENA Fátima Perera Salazar

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Presidente de la Mesa Directiva de esta Honorable Cámara, con su permiso. Buenos días diputadas y diputados, medios de comunicación y público que nos acompaña:

México, nuestra patria, y Yucatán no es la excepción, vive situaciones de definición que sin duda alguna nos merecen una serie de profundas reflexiones; En un país en el cual la inseguridad, la falta de empleos, el atraso educativo, el fuerte rezago del sector salud, la pérdida de poder adquisitivo, la corrupción, la impunidad, la riqueza ostentosa y ofensiva de un puñado de personas en contraste con la pobreza y miseria de millones, los ingresos escandalosos de los altos funcionarios  y la disminuida quincena o pago semanal de los asalariados, la existencia creciente del comercio informal y mal remunerado, la disminuida dieta alimenticia de adultos y niños tanto en cantidad como en calidad. Son, todos ellos síntomas, junto con otros, de una enfermedad que aqueja al país desde hace tiempo pero que en los últimos treinta años se ha agudizado en forma inimaginable, nunca vista antes en la historia de nuestro país. La aplicación de un modelo económico que solo habla de la mala política que se ha aplicado y por la que se conduce al país sino además agravada por el interés depredador de los actores políticos que desde las esferas del poder y acción partidista en consenso con empresarios inescrupulosos buscaron beneficiarse de los recursos el país y el esfuerzo de las grandes mayorías del pueblo mexicano.

No obstante, nuestra historia a demostrado que los mexicanos tenemos una patria tan grande y generosa, que aun con el saqueo, el pillaje, las traiciones, los malos gobiernos, el engaño, la perversión y manipulación de los medios de comunicación seguimos existiendo y dispuestos a demostrar que México puede ser para los mexicanos un espacio de bienestar para todos y no el beneficio de unos cuantos.

¿Quiénes han llevado a México a vivir la problemática, ya cotidiana con violencia y desesperanza? ¿Por qué la pretensión de que nos quedemos callados y resignados a pensar que la cosas son así y no pueden cambiar? ¿Por qué que considerar que los hechos del futuro están ya escritos y estamos condenados a ver como un puñado de gentes privilegiadas tienen cada vez más y la mayoría del pueblo se queda con las sobras, y qué el abismo que divide al pobre del rico es condición natural inevitable buscando contar con la complicidad de medios constructores de líderes de opinión de lealtad quincenal que pretenden disimular  las profundas diferencias económicas generadoras de odios, rencillas, desempleo, pobreza y violencia?

¿Tenemos que ver sentados como fatalmente un sector social de alto poder político y económico que se disfraza ahora de defensores del federalismo a través de los institutos políticos rechazados por la sociedad el pasado julio en el nombre de los dueños del dinero en demagógico intento pretenden en esencia crear desestabilización al nuevo gobierno que asumirá el próximo primero de diciembre chantajeándolo para seguir saqueando a nuestra patria y derrochando nuestro patrimonio?

Yucatán, nada ajeno a la realidad nacional, ejemplo de gente trabajadora, entusiasta, estudiosa, persistente en sus afanes por la superación, vive la condición común de nuestra patria que ya no se engaña por el bombardeo informático que dibuja situaciones que solo están en la mente que cree que engaña al ciudadano, yucatecos que no somos ignorantes y que sabemos que “el atole” es una bebida tradicional mexicana a base de maíz y que no se toma con el dedo como pretenden dárnoslo los privilegiados que han controlado a nuestra nación.

Quienes formamos parte de la fracción de morena en este honorable congreso, parte de la expresión política que logro en la jornada electoral de hace ya cinco meses darle al Licenciado Andrés Manuel López Obrador el triunfo en los cinco distritos federales de la entidad y 455,216 votos, con un doce por ciento mas que cualquiera de sus dos contendientes, nos reconocemos como habitantes y ciudadanos de este estado, respetuosos de todos quienes en él vivimos, personas que nos identificamos como de mente progresista y aspirantes a la construcción común del espacio de bienestar que deseamos sea Yucatán y nuestra patria, hemos decidido levantar la cabeza y unir esfuerzos con quienes coincidan en tal propósito para hacer  posible la máxima democrática por excelencia “el gobierno es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” entendiendo que hay objetivos de gobierno, supremos que atender y que éstos se reducen esencialmente a servir, y no a otros, de carácter particular o de grupo, no para colmar ambiciones personales o de quienes se sienten distinguidos por su estirpe, su dinero, su control clientelar o su nombre.

Entendemos claramente que es lo que en cada caso representa cada partido, sus diferencias y similitudes, el apego a sus principios e inclusive sus contradicciones.

MORENA participa en la lucha Política nacional porque sus integrantes no aceptamos quedarnos callados frente a tanta ignominia, porque no aceptamos perder nuestros derechos, porque no nos resignamos a dejar en el camino nuestra dignidad como seres humanos y como ciudadanos de este país, que ha sido orgullo de muchas generaciones. Decidimos no renunciar a la esperanza.

En este Congreso, no es la primera vez en que rechazamos las conductas que se mecanizan en la expresión de los partidos que mantienen en esencia un mismo proyecto y solo expresan pequeñas diferencias en los matices expresivos del discurso y del debate.

En el cómodo espacio que este recinto les representa, una mayoría construida por siglas defensoras del pasado, están ignorando lo que fuera de la Cámara grita la sociedad que se expresó en la elección federal al definirse en forma contundente por la propuesta del Lic. Andrés Manuel López Obrador para la presidencia de la República. Entendemos que no asuman su derrota, aun mas, que las expresiones que llenan sus discursos coincidan con el interés político que defienden, eso es objeto de nuestro respeto. Son y eso es muy claro la oposición al próximo gobierno, en tal sentido somos escépticos ante sus enmascarados llamamientos unitarios, nos reconocemos diferentes pues creemos en una nueva sociedad, en un modelo diferente del quehacer político, en una decisión firme por acabar con la corrupción y la violencia, en romper paradigmas inerciales e interesados. La nueva Republica cree en la legalidad y en la Justicia, son rumbos de ruta definida, creadora de bases novedosas, conscientes del reto histórico que no ignora la presencia de otras formas de pensar y la reacción lógica del juego de intereses de los privilegiados.

El engaño y la inducción mediática, armas predilectas, es bueno que se entienda, han demostrado su cada vez mayor ineficacia. En el gobierno federal no habrá Súper Delegados, ello es construcción deformadora de la verdad incitada por los grupos de poder a través de sus voceros y plumas mercenarias. La austeridad necesaria para sacar adelante los proyectos ha requerido modificaciones legales básicas respecto de funciones ya establecidas en la mecánica participativa de los poderes federales en la coordinación respetuosa con los representantes de las soberanías estatales. No han sido históricamente las fuerzas progresistas las que se han opuesto a los modelos centralizadores del poder. En todo caso, y somos enfáticos, si se generan dudas legales, que sean los órganos jurisdiccionales los que corrijan o en todo caso, modifiquen las decisiones.