Necesario que el Ejército le dé estructura a la Guardia Nacional

• Tan solo se tomarán 6 meses adoptar los cambios
• Sí se realizan los cambios adecuados en 2 años se reducirá la violencia en 50%

La Guardia Nacional se votó por mayoría calificada en el Pleno de la Cámara de Diputados y se ratificó por el Senado de la República, y dado que ahora tendrá un mando civil, “es imperativo que se le dé sentido de claridad; no sólo a través de su estructura sino de la implementación de estrategias concretas y eficaces ante el panorama de inseguridad creciente que actualmente se presenta en el país”, afirmó Alejandro Desfassiaux, Presidente Fundador del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).

Comentó que hubiera sido deseable que el Ejército tomara desde un inicio el liderazgo de la Guardia Nacional, ya que a pesar de que no tiene entre sus funciones básicas la vigilancia de las calles, posee la experiencia necesaria de más de 18 años de combatir la inseguridad en México.

“Cada gobierno entrante implementa un nuevo Cuerpo de seguridad y eso no es conveniente, pero si ahora es la Guardia Nacional, lo positivo a resaltar es que el Ejército y la Marina tendrán un rol decisivo en este nuevo Cuerpo, ya que por lo menos serán ellos quienes capacitarán a todos los elementos que la integrarán a través de la gran efectividad de las fuerzas armadas, que poseen toda la estructura logística, operativa, administrativa, militar, médica, de ingeniería y de sanidad para poder hacer un Cuerpo militarizado que NO es militar, como mucha gente supone”, explicó.

“Propongo que todo esto se realice a través de un Colegio Nacional de mandos policiacos estructurado bajo un esquema de protocolos con premios, ascensos y beneficios económicos. El problema de nuestras policías es que ejercen la profesión de manera temporal y los mandos duran el mismo tiempo o menos que un gobernador o un presidente municipal, por lo que no existe la necesidad de hacer las cosas bien ni se presentan las condiciones para verlo como una carrera profesional, tal y como sucede con el Ejército, lo que ha llevado a que los policías estatales y municipales sean un verdadero cáncer para nuestro país”, dijo.

Para Desfassiaux los nuevos elementos de la Guardia Nacional deben recibir una formación que los convierta en verdaderos profesionales que aspiren a una mejor condición de vida mediante salarios equiparables a los del Ejército Mexicano. El programa de promociones y ascensos para dichos mandos, basado en el desempeño de sus funciones; deberá permitir alcanzar beneficios de acuerdo a los resultados que den en términos de seguridad pública. Todos los elementos de la Guardia Nacional deben tener una homologación de mandos equiparables a los del Ejército y estar certificados, entrenados y capacitados bajo un solo protocolo nacional con una estructura jerárquica clara o de otra forma, esto no va a funcionar. El servicio prestado en la Guardia Nacional debería ser motivo de orgullo de quienes lo ejercen, y para ello, debemos empezar por depurarlo sin renovar por completo al personal actual; para luego dignificarlo y profesionalizarlo.

“Nuestro país tiene 36 años sin mejora en términos de seguridad pública y, en contraste, tan sólo tomaría 6 meses adoptar los cambios que se requieren para reducir en un 50% el índice de criminalidad en un lapso de 2 años”, aseguró.

La Guardia Nacional deberá implementar también un programa de costo-beneficio que mida cuánto nos está costando la seguridad pública en cada estado y municipio y cuál es el retorno de inversión; es decir, qué tanto se están disminuyendo los delitos y cuánto se reducen los costos de la ciudadanía para combatirlos, para que de una vez por todas, el manejo de la seguridad estatal o municipal deje de ser una moneda de cambio político.

En tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidad e implementación territorial, las fuerzas armadas deberán prestar sus servicios en colaboración para garantizar la seguridad pública y regresar a los cuarteles en un plazo no mayor a 5 años. Se debe apostar a la generación de un espíritu de capacitación, formación, adiestramiento y disciplina de este nuevo Cuerpo de seguridad con el personal necesario, facultado y especializado para regresar la seguridad pública a los mexicanos.

Ante todo ello, es necesario reconocer la efectividad que han mostrado nuestras fuerzas armadas en el combate al crimen organizado en todos sus aspectos y en especial ahora al tema del huachicoleo, a través del resguardo de ductos y refinerías con toda la experiencia y tecnología disponible y por eso es importante generar buenas condiciones laborales a los elementos de la Guardia Nacional para lograr un Cuerpo de seguridad incorruptible.

Es prioritario que el nuevo gobierno federal no opere a la Guardia Nacional como una policía más, ni que maniobre por emergencia o por ocurrencias; porque de otra forma seguiremos viendo resultados negativos como los reflejados en estos primeros meses del nuevo sexenio. Un aspecto desafortunado que se desprende de esto es que se ha dado la instrucción de reducir los salarios de mandos militares de alto nivel, que cuentan con compensaciones justas para retribuir toda una vida de trabajo arduo y no se les debe ni puede equiparar con funcionarios que se concedieron a sí mismos salarios muy altos. Los sueldos en el Ejército son escalonados y se obtienen de acuerdo a grados, canonjías y comisiones, por lo que es absolutamente injusto que, con esta decisión, que perjudica su nivel de ingreso y prestaciones se corra el riesgo de propiciar la corrupción; porque si de algo debemos sentirnos muy orgullosos es que el Ejército se ha mantenido ajeno a ese concepto, al ser una institución verdaderamente confiable para todos los mexicanos.

Insistió que la Guardia Nacional deberá estructurarse correctamente aprovechando toda la experiencia del Ejército ya que entender este precepto y hacerlo bien es la diferencia entre combatir de manera eficaz la inseguridad en el país o seguir estancados en más de lo mismo. La capacitación y la formación correcta de este nuevo Cuerpo es fundamental para poner un alto a la inseguridad en México, ya que si no se preparan mandos de manera eficiente tendremos un Cuerpo federal más que va a funcionar de manera inadecuada. ¡Es hora de poner manos a la obra ya que aún estamos a tiempo!