Monterrrey carga pesada Cruz en el Azul

Cruz Azul desea mantener el aura de imbatibilidad que tiene su estadio cuando recibe a Rayados, que no conoce el triunfo ahí desde 2005 y llega amargo tras dejar ir puntos ante Chivas

La mitología señala que hasta los más fuertes tienen puntos débiles: Áquiles tenía en el talón su área susceptible, aquella que era capaz de domar sus virtudes y talentos bélicos. En el caso del balompié nacional, hay jetaturas, escenarios, que condicionan e imponen aún a los equipos cuya artillería invita a concebirlos como indomables y audaces.

Rayados, una de las plantillas más poderosas de la Liga MX, se mete al patio del Cruz Azul, en el marco de la jornada 3 del Torneo Clausura 2017. El coloso de la colonia Nochebuena representa un incisivo fantasma que los regios no han podido exorcizar en mucho tiempo.

Y es que desde el ya lejano Apertura 2005, cuando se impuso a la Máquina a domicilio, 2 goles a 1, Monterrey no sabe lo que es ganar en el Estadio Azul, en temporada regular. Cabe destacar que en fase de Liguilla el último triunfo de los norteños sobre los capitalinos fue en la gran Final del Apertura 2009, con lo que se coronaron campeones por tercera ocasión en su historia.

La buena nueva para los aficionados a ambos equipos, y para la Liga MX en general, es que no solamente estará en el aire el deseo de Rayados por romper su maldición en el Azul y de los Cementeros por alimentar su jetatura; hay dos factores más que encenderán este duelo: la situación actual de ambos contendientes y el emparejamiento táctico.

Cruz Azul llega a la batalla ante Rayados tras haber perdido el invicto en su visita a Pumas. Un marcador adverso de apenas 1-0, en un partido que le dejó una sensación agridulce. Aún con un hombre menos los cementeros tuvieron para amenazar la cabaña de los felinos; sin embargo, adolecieron de contundencia.

Por su parte, Monterrey obtuvo un empate con sabor a derrota, 2-2, ante Chivas con su afición como testigo. La cuestión es que los regiomontanos se atascaron al ataque y no pudieron quebrar a un Rebaño que jugó con 9 hombres los últimos 40 minutos.

En cuanto al emparejamiento táctico, los estilos, y virtudes, tanto de Cruz Azul como Rayados se acoplan para ofrecer un buen partido de futbol.

La presión incesante de la Máquina para recuperar la bola lo más cerca posible del arco rival, el adelantamiento de sus líneas (su defensa suele aparecer a la mitad del terreno de juego), y por consecuencia la tendencia de juego en estático, en posicional, chocan de frente con un Monterrey que prefiere atacar en directo, con base en velocidad, que goza con espacios al frente y sufre cuando el rival se le repliega.

El Estadio Azul será testigo en directo de un choque de altos vuelos, Cruz Azul y Rayados cuentan con serios argumentos, y necesidades, para sostener lo anterior.