LA NECESIDAD DE SER APARTIDISTA EN MÉXICO.

Dr. Adán Waldemar Echeverría-García

Aquel grito del Papa Juan Pablo II de «México Siempre Fiel» ha sido una de las evidencias claras del fanatismo católico en el que la gran mayoría de los mexicanos se conduce. El ansia religiosa ha hecho que religiones y sectas (cristianas y no cristianas) vean al pueblo mexicano como uno que se deja arrastrar hacia la Fe tan solo por promesas de mejoras, que sacerdotes, pastores, predicadores, ofertan aunque no se cumplan.

Por esa masa necesitada de Fe que es el mexicano, los artistas de la televisión, de telenovelas, los deportistas de alto rendimiento, periodistas deportivos, de espectáculos, de la política, los conductores de noticias, han encontrado la cama donde pueden poner a descansar sus ideas, con la seguridad de que la gran mayoría del pueblo mexicano hará lo que ellos les digan: desde Fuera Osorio, hasta El Gobierno nos Espía.

Un pueblo mexicano incapaz de ser contestatario, incapaz de rebelarse al gregarismo, es decir: Todas sus protestas tienen que ser grupales, masificadas: ¡Vamos a la marcha, realicemos un plantón!, dispuesto siempre por personajes de arriba, que con un poco de inversión económica en medios de comunicación, hace caminar al pueblo mexicano hacia donde quieran sus deseos.

Con esta masa maleable mexicana, con esta apuesta por la Fe Católica que tiene a la gran mayoría de los mexicanos como «zombies», en espera de Lo Nuevo que le puedan hacer creer mediante la prensa, la televisión, la radio, las redes sociales, uno puede darse cuenta de lo fácil que fue cambiar el Santoral Católico por las Fiestas Patrias, sustituir a los Patronos de los Pueblos, por los Diputados, Regidores, Senadores, Alcaldes, Gobernadores, Ministros de alguna Secretaría de Estado. Es cuestión de Fe, de creer a ultranza en el Ungido por el Partido Político. Así el líder de la Semarnat, será el Señor Secretario, ante el cual los trabajadores y una gran mayoría de ambientalistas mexicanos, se pararán a besarle la mano, y serán incapaces de criticarlo.

Y esto porque en México aún no les queda claro eso de que: A LOS GOBIERNOS SE LES EXIGE, NO SE LES APLAUDE.

Nuestro México camina como país independiente desde 1821, no ha cumplido los 200 años de libertad, y ha tenido que soportar ese ideario Partidista de Adoradores y Seguidores Fanáticos. Los de Morena incluso han llegado al colmo de lo sin vergüenza, por usar el mote Morena, en alusión a la Virgen de Guadalupe, uno de los símbolos mayores (si no el más grande) de la religión católica en su diócesis mexicana. La virgen de Guadalupe que sirviera de estandarte a Miguel Hidalgo, la virgen por la que cada 12 de diciembre cientos de miles de mexicanos corren por las carreteras del país en adoración; un Símbolo para decirle a la «masa de fanáticos mexicanos» que Andrés Manuel López Obrador es el ungido por la Virgen de Guadalupe, para ser la Esperanza de México: sólo AMLO podrá pisar la cabeza de la serpiente.

Qué fácil les es a los Partidos Políticos utilizar el Fervor Religioso de los Mexicanos para convertirlos en Militantes Fanáticos; qué fácil les es utilizar la dañada economía para ofrecer «lentejuelas y espejitos», y conseguir el voto que mañosamente han estipulado en una Ley Electoral para hacerse del Botín que son los Impuestos.

Estamos a poco menos de un año de que empiece la lucha por la elección para renovar la Presidencia de la República de los Estados Unidos Mexicanos en 2018. Yo espero que la lucha electoral, que las campañas sean mejores que el vergonzoso ejercicio que realizaron en la Elección del Gobernador del Estado de México. Tengo pocas esperanzas de que sea mejor, pero mi apuesta personal es Vigilar, Criticar, Preguntar, y Exigir a los candidatos y sus partidos para que tengan dignidad, responsabilidad, y para que dejen de ver la Presidencia de la República como el Botín para saciar su Necesidad de Dinero y Poder.