La leyenda del Dragón está vigente

Gales hace historia en la Eurocopa 2016; vence 3-1 a Bélgica y se mete a Semifinales, donde enfrentará a Portugal

VILLENEUVE-D´ASCQ, Francia. Jul. 01, 2016.- El dragón es un animal casi mítico, protagonista de relatos fantásticos e inverosímiles, pero que algunos aseguran haberlo visto. En la leyenda futbolística, hay evidencias que dan fe de la presencia de uno de estos animales casi míticos en 1958, para nunca volver a cimbrar el mundo del balompié.

La realidad se fusiona con la ficción, el dragón es de verdad, con garras amenazantes, piel que escama a cualquiera que se le ponga en frente y el fuego que exhala y lo lleva a estar en la élite de Europa. Gales venció este viernes por 3-1 a Bélgica, un resultado histórico que pone a los británicos en las Semifinales de la Eurocopa Francia 2016.

Desde el Mundial de Suecia 1958, su primer y hasta la fecha único torneo de estas características, Gales había permanecido en el anonimato. Pero la Euro llegó como bálsamo para un conjunto aguerrido, que no se conforma con remar a contracorriente, sino que hace que la corriente marche ahora a su favor. De perseverancia y otras virtudes, además de la paciencia después de ver cómo Radja Nainggolan abría el marcador a los 13′ con un impresionante disparo desde tres cuartas partes de la cancha, prácticamente al ángulo.

Bélgica era el favorito, así lo decía su currículum, plagado de estrellas y jugadores probados, que desempeñaron un papel aceptable en Brasil 2014, y además juntos como la generación de oro de los «Diablos Rojos». El problema estaba en su defensa, sin el lesionado Vertonghen, sin el sancionado Vermaelen, sin Kompany, quien desde la tribuna sufría por quedarse sin sueño europeo. Los dirigidos por Chris Coleman supieron leer a la perfección por dónde habría de hacer daño.

Después de sacudirse la presión de la «generación dorada», Gales adelantó líneas, hizo trabajar a Gunter y Taylor para crear espacios que ayudaran a Aaron Ramsey a hacer su trabajo. Un disparo de Neil Taylor a los 26′ que atajó el portero Courtois de forma milagrosa fue el primer fruto de esta conjunción. Pero los «Diablos Rojos» tendrían en las jugadas a balón parado su Waterloo, una frase que es exquisitamente adecuada a la situación (geográfica) de Bélgica.

A los 31′, el capitán Ashley Williams atacó a la pelota de forma frontal con un cabezazo imparable que casi rompe las redes para empatar el encuentro. A partir de ahí y hasta el descanso, Gales monopolizó el encuentro con posesión, pases, proyecciones, etc. Bélgica casi pedía la hora y volteaba a ver los desbordes de Gareth Bale.

Para el complemento, Fellaini entró a poner orden. Los belgas, arengados por una abrumadora marea desplazada cómodamente y prácticamente local (el Estadio Pierre Mauroy está a 9 kilómetros de la frontera con Bélgica), salieron en el segundo tiempo a recuperar la ventaja. Un disparo cruzado de Eden Hazard y un cabezazo desviado de Romelu Lukaku fueron las llamadas de atención, pero el marcador no se movió.

El talento de Bélgica no impidió que, a los 55′, Hal Robson-Kanu hiciera una jugada individual grandísima, para quitarse de encima a Meunier y Denayer en un solo movimiento y quedar de frente al marco para batir a Courtois. Era un gol que no solo le daba la vuelta a los cartones, sino que hacía al técnico Marc Wiltmots extrañar más que nunca a su línea de zaga estelar.

Obligados por su mote dorado, Bélgica inclinó definitivamente la cancha. Mertens entró, Fellaini pisó, De Bruyne lo intentó, aunque nada resultó. Gales finiquitó el pase histórico con una descolgada 4 minutos antes del tiempo reglamentario. Chris Gunter cedió el esférico para Sam Volkes, quien giró el cuello de más para acomodar un cabezazo estético que plantó a Courtois y firmar el fin de la ilusión belga y el inicio de otra que tiene tintes británicos, un éxtasis que solo es ligeramente opacado por la amonestación de Aaron Ramsey por detener la trayectoria del esférico con la mano, acción que le costará su ausencia para el duelo de Semifinales.

El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte se aferra a salir de la Unión Europea, pero Gales se aferra a mantener viva la llama británica en la eurocopa como el único representante de la gran isla. La leyenda del dragón es vigente, Portugal está en el camino aunque, pase lo que pase, ya hay testimonios mucho más contundentes de que esta Gales, por primera vez Semifinalista de un torneo grande (en su primera incursión en la Euro) todavía tiene algo por contar.