La industria de la mariguana está en suspenso

El procurador general Jeff Sessions pidió al Congreso prohibir legalmente el uso terapéutico de la droga

a multimillonaria industria estadunidense de la mariguana se encuentra en suspenso luego de que el procurador general Jeff Sessions se expresara en contra del consumo recreativo de la droga y pidió al Congreso que también prohíba legalmente el uso terapéutico.

La venta de mariguana alcanzó los siete mil 400 millones de dólares el año pasado cuando todavía no se aprobaba en estados como California, donde se ha anticipado un boom en la producción.

Según proyecciones, el consumo de la mariguana alcanzará ventas conjuntas superiores a los 24 mil millones de dólares para el año 2025, tan sólo en los estados que hasta ahora han aprobado el uso recreativo.

La misma industria que da empleo de tiempo completo ahora a 123 mil personas, alcanzará 255 mil puestos de trabajo en el 2020, siempre de acuerdo con la proyección para los estados donde ya se consume legalmente.

Pero esas perspectivas podrían verse truncadas si el procurador general logra prohibir el consumo abierto en ocho estados y la capital estadunidense, y el uso terapéutico en 29 estados, en algunos casos con un consumo médico desde hace décadas, como California, donde entró en vigor en 1995.

El director de una de las mayores distribuidoras de mariguana, Neil Demers, advirtió que si la administración del presidente Donald Trump prohíbe el consumo de la mariguana “va a mandar los empleos al sur de la frontera” pues los estadunidenses no van a reducir la demanda.

Poco después de declarar que “la gente buena no consume mariguana”, el procurador dijo en marzo a reporteros que esa yerba constituye “una dependencia que arruina la vida, y es apenas menos horrible (que la heroína)”.

Poco después, Sessions declaró su “rechazo a la idea de que Estados Unidos puede ser mejor si se vende mariguana en cada tienda de la esquina” en cada calle.

Esas declaraciones fueron proporcionadas momentos después de reunirse con representantes de agencias del orden de todo el país, a quienes pidió aplicar las leyes contra las drogas.

En mayo, el procurador escribió una carta al Congreso para pedir que mantuviera un presupuesto que permita al Departamento de Justicia combatir lo que llamó una epidemia de las drogas.

Y en junio, el funcionario pidió a un equipo dentro de su departamento revisar las políticas y procedimientos para aplicar las leyes contra las drogas y entregarle un reporte “no después del 27 de julio”, aparentemente para delinear un plan.

Ante los pasos del procurador sin declarar todavía una guerra contra la mariguana, algunos estados que podrían verse afectados comienzan a dar pasos para prevenir que la naciente industria de la mariguana legal se vea afectada.

Cada estado cumple con la constitución estadunidense, pero tiene su propia soberanía si aprueba iniciativas que no sean anticonstitucionales.

California fue el primer estado en aprobar el consumo médico de la mariguana en la elección de 1994 y entró en efecto en 1995, pese a que la ley federal contra las drogas prohíbe el consumo de la mariguana independientemente de las razones para usarla.

En California, los electores aprobaron la propuesta del “consumo compasivo de la mariguana” bajo la premisa de que servía para mitigar síntomas insoportables e incontenibles de enfermedades terminales, como el cáncer, el sida y la esclerosis múltiple.

Otros estados no tardaron en aprobar leyes réplica de la de California, cada uno con pequeñas variantes.

Ahora California, uno de los últimos estados en aprobar el consumo llamado “recreativo” de la mariguana, es el estado que tiene más en juego en la industria de esa cosecha y parece asumir de nuevo la vanguardia en su defensa.

El legislador estatal Reggie Jones, de Los Ángeles, envió en los primeros días de este mes una propuesta a sus colegas de la cámara baja con una anotación de que se trataba de una iniciativa que pedía se considerara con carácter de urgente.

El asambleísta dijo que la urgencia se debe a que ve “amenazada la naciente industria de la mariguana legal en California”, aprobada en la última elección, hace ocho meses, y que su intención es “proteger la decisión del electorado de California” de que la yerba la pueda consumir cualquier persona mayor de 21 años de edad en el estado.

Así que su propuesta es que así como California se perfila para ser el primer estado santuario que proteja a los indocumentados en el país, sea también el primer “estado santuario para la mariguana” recreativa.

Pero, aunque el legislador no menciona la parte económica de la industria, también está en juego un capital considerable.

Apenas al comenzar la industria, la mariguana recreativa ya representa ahora mismo para California unos dos mil 700 millones de dólares, de los que al menos mil 400 millones son de altos impuestos de venta, que se quedan en las ciudades y los 58 condados.

Pero ese cálculo es sobre las condiciones actuales; las proyecciones son más prometedoras.

De acuerdo con un estudio de este mes de la Universidad de California en Davis (UCD), uno de los planteles especializados en agricultura, al alcanzar a entrar plenamente en vigor el consumo de la mariguana recreativa alcanzará los cinco mil millones de dólares anuales.

La UCD dice que cuando California ya cultive la primera cosecha industrial legal y la distribuya, “se puede convertir casi inmediatamente en el mayor mercado de mariguana recreativa en la nación”.

Para comparar, los primeros estados que aprobaron el consumo legal, en el 2012, Washington y Colorado, tienen cosechas que se traducen en unos mil millones de dólares a