LA CORRUPCIÓN EN CASA.

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Recientemente casi me doblo de la risa ante la noticia: «Descalifican a dos aspirantes a Fiscal Anticorrupción porque sus ensayos presentaban muchos párrafos exactamente igual redactados, palabra por palabra.» Candidatos a Fiscales anticorrupción cometiendo trampa, haciendo plagio uno del otro, o los dos de otro texto… ¡Plop! De la risa luego pasé a la preocupación, a la indignación, y al miedo. ¿Qué tan podridas están las instituciones en México?

Lo de los aspirantes a Fiscal Anticorrupción de este país (México), que plagian para armar sus ensayos-ponencias, para presentarse a contender por ese cargo, sumado a los alcaldes, gobernadores, y presidentes, diputados y senadores, de todos los partidos políticos (desde Morena hasta Encuentro Social, pasando por PRD, PAN, PRI, PT y todos los demás) que hacen trampa, que despilfarran el recurso, o peor aún, se lo roban, evidencian que en este país estar en el poder o llegar al poder, como vivir del poder político, requiere solo conocer a alguien que ya esté adentro, y una vez que logras entrar, puedes hacer lo que quieras sin que nunca nadie te haga pagar las consecuencias de tus actos.

Porque solo en México, vas para fiscal anticorrupción, y plagias para tu ensayo-presentación… pero no solo fue un caso aislado, sino se trató de dos aspirantes; dos personas, un hombre y una mujer, plagiarios, corruptos. Lo relevante del caso, una vez que uno bucea en la noticia, es que uno de los acusados de plagio (el hombre, de nombre Braulio Robles Zúñiga) anteriormente fue acusado por falsear información en el secuestro y asesinato del hijo de Isabel Miranda de Wallace. ¿Y en serio siguen creyendo en el Congreso de la Unión?

Usted puede revisar: «Braulio Robles Zúñiga fungió como agente ministerial de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), y en 2014 fue acusado por falsear información relacionada con el caso del secuestro y desaparición de Hugo Humberto Wallace.» Y a esta joyita dejaron inscribirse, e iba a contender para ser Fiscal Anticorrupción de México. ¡Qué mal está el Congreso!

Ya hace algunos años Nelson Vargas (quien fuera titular de la Conade) denunció que un tribunal federal del Estado de México amparó y liberó a Isidro Solís Medina (un criminal sentenciado a 34 años de prisión por los delitos de delincuencia organizada y secuestro), quien fue implicado en el secuestro y asesinato de su hija, Silvia Vargas Escalera. También señaló que la misma procuraduría le envió a Óscar Ortiz González (integrante de la banda de secuestradores Los Rojos), para que fuera chófer de su familia, mientras él se desempeñaba en la Conade.

Y no es la única noticia que involucra a los criminales con las instituciones que deberían proporcionar justicia a la sociedad. Por lo tanto, habría que revisar ¿qué tan metidas tienen las manos los burócratas de altos puestos en la comisión de delitos? Si a los criminales se les denuncia, se les demanda, se les vincula a delitos, para que luego puedan, cómodamente participar para seguir escalando puestos clave en el gobierno de la República. Como el caso de este personaje, Braulio Robles Zúñiga, del cual se sabía que era capaz de falsear información, y ahora se le descubre intentando ser Fiscal Anticorrupción, con un ensayo plagiado.

En verdad que ya comienza a hacerse popular el dicho: «qué caso tiene, si la legitimidad proviene de la militancia». Que podría resumirse como: Dime con qué personaje de partido político mexicano te llevas, y te diré por dónde se puede robar.