Intervención de la diputada Beatriz Zavala Peniche en la sesión del 22 de noviembre de 2016

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Mérida, Yucatán 22 de Noviembre 2016.- Como ya sabemos en una sociedad patriarcal como la nuestra,  la construcción social de género coloca a las mujeres en una posición de subordinación e inferioridad frente a los hombres, motivo por el cual hemos sido  desvalorizadas, y llevadas a condiciones de desigualdad y privación de nuestros derechos, contexto frente al cual se genera violencia.

Por lo anterior y en el marco del 25 de noviembre día en que la Asamblea General de Naciones Unidas acordó, con el apoyo de 80 países y por iniciativa de República Dominicana, se celebrará anualmente el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a razón del asesinato de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas, por órdenes del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

Hablar de violencia política contra las mujeres con elementos de género, la cual tiene características muy particulares y tras la imperante necesidad en el acontecer del periodo electoral 2014-2015, en el que mujeres candidatas de Chiapas, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guerrero, Morelos,Oaxaca, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Yucatán, enfrentamos todo tipo de acciones para impedir su acceso al poder, es lo imperante.

Si bien la armonización del Marco Jurídico Nacional y el Local con el Marco Internacional en el tema de la participación política de las mujeres, ha representado una medida muy importante, la cual de manera paulatina ha subsanado los grandes rezagos en la materia pero sin embargo no a impedido que  la política de discriminación y de simulación continúe, se hace necesaria una iniciativa que incluya en nuestra legislación el término de violencia política contra las mujeres y lo que esta conlleva.

Diré que la violencia contra las mujeres en política no puede compararse con la violencia en política normalizada, ya que  la primera busca imposibilitar la participación de las mujeres por ser mujeres, se puede decir que los autores, espacios, motivaciones y tiempos son más variados, las acciones generadas por las y los provocadores de la violencia dirigida a las mujeres en el ámbito político se basan en los roles de género tradicionales y en su cuerpo, con el fin de rechazar o desgastar su competencia política. Por ejemplo, ¿cuántas veces escuchamos críticas a mujeres políticas  por su forma de vestir, su condición física o sobre su edad?  Esto no sucede cuando se hace referencia a políticos o candidatos varones.

Las mujeres no estamos ni debemos querer estar  exentas del escrutinio ciudadano, ni debemos querer formar parte de la impunidad que en el ambiente político prevalece, pero no queremos que se nos juzgue en razón de género.