Familia deja de lado malos hábitos y pierden 220 kilos juntos

Su rutina diaria era desayunar pan de dulce con café, por la tarde comida grasosa como pizza o alitas y en la noche un gran bote de helado

Como bien sabes, los malos hábitos alimenticios no sólo afectan la salud, también el físico y por supuesto el autoestima.

Comer comida chatarra, alimentos congelados, dulces, pan y refresco, sin tener una dieta balanceada y sin realizar ejercicio puede convertirse en algo mortal.

Pensando en esto, un día la familia Bentley decidió cambiar su estilo de vida e increíblemente lograron perder alrededor de 220 kilos juntos.

Sarah Bentley y su esposo Dave solían salir a comer para cada comida. Su desayuno consistía en panecillos y cafés con crema batida.

Luego no comían nada durante todo el día y de noche cenaban bocadillos de pollo, comida china, alitas y pizza. Para el postre, compartían un gran bote de helado ¡cada noche!.

Las comidas poco saludables y la falta de ejercicio llevaron a Sarah a pesar 127 kilos y Dave alcanzó los 157 kilos.

Aunque por fuera, Dave y Sarah parecían muy sociables y felices, por dentro no soportaban estar en su propia piel.

Sarah acudió a un programa para bajar de peso y en tres meses, logró bajar 22 kilos.

Aprendí cómo preparar y comer adecuadamente las comidas y alimentar mi cuerpo», aseguró.

Entonces, cuatro meses después de que ella iniciara, sus padres, Debbie y Steve Hoffman, que también tenían sobrepeso – Debbie pesando 135 kilos y lidiando con artritis reumatoide, y Steve con 185 kilos- decidieron dejar de tener obesidad mórbida y también cambiaron su estilo de vida.

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***MJPR***