Fallece el investigador emérito Álvaro Matute

Ayer, justo en el Día del Historiador, el investigador de la UNAM y discípulo de Edmundo O’Gorman dejó de existir

El país no ha pasado de la primaria; la mayoría de la gente se queda con la versión oficial”, creía Álvaro Matute Aguirre sobre la práctica de la historia en México. El investigador de la UNAM, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia Mexicana de la Historia, el especialista en historia de la historiografía mexicana, falleció ayer a los 74 años de edad.

Quiso el destino que Matute Aguirre falleciera el 12 de septiembre, justo el día en que México celebra el Día del Historiador, instituido en conmemoración de la fundación de la Academia Mexicana de la Historia, que inició trabajos en 1919 por iniciativa de otro portento de la disciplina: don Luis González Obregón.

La mañana de ayer, el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM lamentó “profundamente”, a través de sus redes sociales, el fallecimiento de quien fuera su Investigador Emérito. A ese instituto universitario llegó en 1970 y, desde entonces, desarrolló cuatro líneas de investigación: la historia de la historiografía mexicana del siglo XX, las representaciones históricas en las artes, los Constituyentes de 1916-1917 y la cultura liberal en México y España entre 1860 y 1930. Estudios desde la historiografía, la prensa y la literatura.

Matute veía con preocupación la falta de continuidad que hay en el país en el estudio de la disciplina a la que entregó su vida: “El niño necesita un tipo de conocimiento histórico infantil, qué bueno, lo malo es que crece y ahí se queda, no avanza a una historia para adolescentes o para adultos. Te enseñaron que era un mito, porque a esa edad necesitabas un mito. Ya eres adulto, asume la historia como tal. Falta tener una producción para la gente que salió de la escuela, no sólo en libros, sino en los medios de comunicación”, declaró en aguascalientes

Ver imagen en Twitter

Nacido el 19 de abril de 1943, en la Ciudad de México, se licenció y doctoró en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Era profesor del seminario Temas selectos de Historiografía y Teoría de la Historia, en el posgrado en Historia y Tutor del mismo grado. Además de formar parte de las instituciones mexicanas más importantes de la lengua y la historia, en 2008 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.

Recibió la Medalla Capitán Alonso de León al Mérito Histórico y el Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Humanidades. Autor de decenas de artículos en libros y revistas, su bibliografía incluye más de 20 títulos, entre los que destacan Historia de la Revolución Mexicana. V. 3 1917-1924. El caudillo en el poder (2016), La teoría de la historia en México (1940-1968) (1974), La Revolución mexicana. Actores, escenarios y acciones (2002) y James Creelman, Entrevista Díaz-Creelman (1963).

Álvaro Matute fue “un hombre de libros que entiende la vida intelectual como servicio público; cívico. Por más de un cuarto de siglo, Matute ha sido, ante todo, un maestro, en la más alta tradición de la UNAM, un digno heredero de sus grandes mentores”, dijo Enrique Krauze en 1998, cuando respondió su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Historia, para ocupar el sillón 11.

A los dos tutores intelectuales a los que se refería eran Eduardo Blanquel y Edmundo O’Gorman, en los que Matute siempre reconoció influencia. “Una vida dedicada a la investigación histórica y la enseñanza. Lamento el deceso del Dr. Álvaro Matute, Premio Nacional de Ciencias y Artes”, escribió la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda en su cuenta de Twitter.