El mejor Yucatán que hoy SÍ podemos construir

Discurso pronunciado por Mauricio Sahuí Rivero al asumir la candidatura del PRI al Gobierno del Estado.

Hoy, concluimos 49 días de precampaña… días que nos permitieron saludar a miles de priistas… priistas que nos recibieron en todos los rincones del Estado.

Les comparto con fraternidad que vengo emocionado a esta Asamblea… emocionado de la confianza que el priismo de Yucatán me ha manifestado.

Motivado y agradecido con la militancia de mi partido, les digo, que todos los aquí reunidos, todos y cada uno de los priistas del estado, además de ideales y principios, compartimos un anhelo.

El anhelo de construir, juntos y en unidad, el mejor Yucatán que podemos imaginar, el Yucatán que SÍ es posible, el que SÍ podemos concretar sobre la base de los resultados que ya tenemos, el mejor Yucatán que hoy sí podemos construir.

El mejor Yucatán que lo mismo abra oportunidades al empresario y al productor rural, que a los estudiantes de universidades privadas y a los jóvenes de Telebachillerato, a las emprendedoras y a las artesanas, a los prestadores de servicios turísticos y a los hombres del mar.

Un Yucatán justo y en el que todos nos esforcemos y todos recibamos los beneficios de nuestro trabajoun Yucatán con mejor calidad de vida, con mejores servicios de salud, con mejores empleos, con mejores oportunidades para sus habitantes… un Yucatán vivo, dinámico y por el que bien vale la pena seguir esforzándonos.

Ésa es la convicción madura y profunda que hoy nos convoca. La convicción de que ese mejor Yucatán está ahí, al alcance de nuestras manos, si seguimos haciendo bien las cosas y mantenemos el buen rumbo.

Si  somos capaces de reconocer que la humildad es nuestro principal valor para mantenernos cercanos a la gente… a sus anhelos… a sus aspiraciones.

Con capacidad para escuchar, pero sobre todo, para sentir. Es en la empatía donde se inician los gobiernos responsables, es en la cercanía donde inicia la actividad política que sirve a la gente.

Por eso, primero debemos ser capaces de emocionar a la militancia, y después, salir a convencer a la ciudadanía con esa misma emoción, argumentos serios y resultados probados.

Tenemos por delante un reto como instituto político… el reto de construir el Yucatán que todos queremos. Sin duda, todo será posible si actuamos con humildad, cercanía, responsabilidad y decisión para salir adelante.

Las bases están puestas y los resultados están a la vista.

Quiero afirmarles que tengo claro que nuestra aspiración de gobierno es darle secuencia a un Proyecto de Estado con visión de largo plazo… al gran Proyecto Yucatán.

Por ello, mi objetivo es avanzar un escalón más, garantizando que juntos podamos alcanzar nuevas metas, cumpliendo nuestras aspiraciones y anhelos.  

Un gobierno estatal priista nos ha trazado un rumbo, su legado, es un legado vivo, que trasciende y que está cambiando la lógica económica y social de la entidad. Un legado que ha permitido que Yucatán tenga una constante dinámica de crecimiento, en evolución y desarrollo permanente. Por eso nos sentimos orgullosos del mejor gobernador de México, ¡Rolando Zapata Bello!

Por ende, es tiempo de valorar los buenos gobiernos del PRI… de saber comunicar los buenos resultados de un gobierno… resultados que son productos de la labor ordenada y responsable de un gran equipo de mujeres y hombres profesionales que han hecho de su vocación de servicio, testimonio del trabajo serio y el orgullo por Yucatán.

Creo en un gobierno ordenado y de expertos… creo en un gobierno que trabaja de la mano de la sociedad… un gobierno de los bien intencionados y de resultados probados. También, creo en los gobiernos que aspiran a más, a mejorar lo hecho y a aprovechar las oportunidades que tenemos en puerta. Por eso, es condición de carácter, es deber político y responsabilidad social, siempre… siempre aspirar a más.

Tenemos el gran reto en Yucatán de no dejar pasar la oportunidad invaluable de aprovechar los cimientos de lo bien hecho y mejorar aún más. Es condición irrenunciable, consolidar el desarrollo con planeación objetiva, dinamismo creativo y voluntad para la acción permanente.

Nunca al continuismo que nos lleva  a la conformidad.  Los yucatecos somos un pueblo que lucha todos los días y siempre aspiraremos a más… y eso lo lograremos juntos… en un unidad, pensando siempre en un mejor Yucatán.

Juntos, con el mejor atributo del PRI que es la unidad, somos imparables.

Una unidad que hemos hecho patente durante el periodo de precampaña -que hoy termina- en cada colonia, municipio o diálogo… unidad que se siente con las jefas de manzana y de acera, con los operadores políticos, con las presidentas y presidentes de sección… unidad con las organizaciones obreras, campesinas, populares, de jóvenes y mujeres que son el corazón de nuestro instituto político… unidad entre todos los que aspiramos legítimamente a ser la cara del PRI en las elecciones municipales, estatal y federal.

SI… que se escuche fuerte y claro… SOMOS EL PRI DE LA UNIDAD.

El PRI unido que va a completar el círculo del bienestar… para que el bienestar, la justicia y la seguridad se sientan en cada calle, en todo hogar, en cada metro cuadrado de Yucatán.

Sé muy bien que el ejercicio político es propiciar ese sano equilibrio entre aspiraciones y realidades, entre lo que somos y lo que estamos llamados a ser.

Concibo el ejercicio político como una herramienta básica para que alcancemos nuestra mejor versión como sociedad. Por ello, para mí, ser político, hacer política, es ponerme en los zapatos de los demás, conocer sus sueños y dificultades, recorrer su mismo camino.

Empatía que debe estar acompañada de liderazgo, un liderazgo atrevido, responsable, audaz y realista.

Con audacia para intentarlo todo y planeación realista para conseguirlo todo.

Un liderazgo que trace objetivos ambiciosos de crecimiento y, sobre todo, que muestre la ruta para llegar a esas metas… un liderazgo que permita que Yucatán desdoble todo su potencial.

Un liderazgo con audacia y que nos lleve al futuro sobre la base firme de la realidad, eso es lo que buscamos.

Dos pilares fundamentales marcaran nuestro propósito y nuestro destino; desarrollo económico con mejor distribución del ingreso y conservar la calidad de vida sin perder nuestra tranquilidad, ni nuestra seguridad.

Con el primer pilar, un desarrollo económico con mejor distribución del ingreso… nos referimos a consolidar y mejorar la economía de los yucatecos, la que funciona sostenidamente e impacta directamente en los bolsillos de las familias.

Una economía que abra oportunidades empresariales y, sobre todo, genere empleos bien pagados.

Una economía en la que las grandes plantas industriales se puedan instalar y generar miles de empleos y, a su vez, la pequeña tienda sea el sostén de familias que continúen con nuestra tradición de comercio comunitario.

Una economía en donde se pueda construir un nuevo hotel, y un productor pueda vender mejor sus cosechas. 

Una economía que crezca para construir una sociedad más igualitaria. Con mejores opciones de empleo para todos, para el joven que está egresando de nuestras universidades e institutos de educación superior, para el padre de familia que aspira a un mejor ingreso, para la mujer yucateca que demanda mejores oportunidades. Una sociedad más igualitaria en donde la economía reconozca el valor de los adultos mayores y a las personas con discapacidad.

Una economía que avance y se fortalezca en una gran alianza con todo el sectores productivos. Con el empresario que le apuesta a la inversión y  la productividad en nuestro estado. Con mujeres y hombres que todos los días trabajan por el bienestar de su gente. Con oportunidades para la capacitación y el fortalecimiento del capital humano.

Así, resulta igualmente importante la columna de la calidad de vida con seguridad. Los yucatecos tenemos el derecho de seguir viviendo con tranquilidad y el valor más fuerte que tenemos es que nuestras familias vivan seguras.

Que la convivencia con nuestros vecinos sea el garante del fortalecimiento del tejido social, que nuestras escuelas sean fuente de civismo y los parques espacios vivos y agradables para todos.

Que nuestra seguridad permanezca sólida con cuerpos de seguridad profesionales, bien equipados, y con vocación de servicio y valorados por la sociedad.

Ambos pilares, la economía y la seguridad, deben ir en paralelo y a la misma velocidad.

No podemos sacrificar la armonía social por la prosperidad económica.

Ambas deben impulsarse mutuamente. Debe haber un balance… un sano y justo balance.

Y para asegurar la calidad de vida de las familias yucatecas, la paz social en las comunidades y que la economía tenga un mayor dinamismo, lo primero es la fortaleza institucional y la visión de largo plazo.

Amigas y amigos, nuestros hijos nos reclamaran no planear el futuro del Estado. Estamos a tiempo para hacer lo correcto, de estar conscientes de la experiencias positivas y negativas que se presentan en otros estados o países… por eso, debemos de tener claro hacia a dónde vamos y ser precisos en la soluciones que debemos plantearnos.

Vamos a consolidar instituciones fuertes para que podamos garantizar que las cosas que necesitamos, sucedan realmente. Independientemente de nombres y de cargos, la base institucional y el trabajo irreprochable de gobierno son fundamentales, siempre enmarcado en un proyecto de estado que todos compartamos.

Una sociedad que confía en sus instituciones está lista para dar el siguiente paso, para subir el siguiente escalón.

Para refrendar esa confianza, hay que trabajar unidos en lo que nos da identidad y solidaridad. Tenemos que vincular más a las familias yucatecas y preservar los valores que se aprenden desde casa… desde el entorno familiar.

Si desde los hogares inculcamos la ética, la responsabilidad, el respeto y la sana convivencia, vamos a tener ciudadanos que en la civilidad garanticen la tranquilidad y nuestro adecuado desarrollo.

Vamos a trabajar muy de la mano con los padres de familia para fortalecer el tejido social y generar espacios de convivencia, en todos los municipios, en todas las colonias. 

En este sentido, resulta urgente garantizar espacios públicos adecuados a esos lugares en donde hoy la gente no tiene áreas para la práctica del deporte o de alguna actividad artística o de integración social.

Lo que queremos es que cuando las niñas y los niños se asomen desde la puerta de su casa, vean un parque, una cancha, una escuela iluminada.

Queremos que ese mejor Yucatán se vea desde cada ventana y desde cada hogar yucateco.

Y lo vamos a construir porque conozco de primera mano ese mejor Yucatán… ese Yucatán optimista y tan nuestro, que no necesariamente tiene que ver con la condición económica o está ligado a la clase social.

Al contrario, el mejor Yucatán al que aspiramos es ese en el que la convivencia y la justa recompensa al trabajo bien hecho nos motivan a seguir adelante.

Lo viví, lo vivo y trabajo cada día para ello.

Mi papá, además de orgulloso maestro, fue entrenador de basquetbol en Espita y todos los días, sin falta – puntual – nos levantaba a las 5 de la mañana y más tarde, después del colegio, nos enseñaba poesía coral y declamación.

Yo comprobé que los niños y los jóvenes de Yucatán pueden llegar muy lejos con actividades recreativas y afectivas, sí en su espacio inmediato les mejoramos las opciones de vida.

Por eso, desde cada plantel vamos a impulsar la calidad educativa, la que forma buenos estudiantes… la que forma buenos ciudadanos.

Esa armonía que tendrá un sólido punto de partida en cada hogar yucateco, la vamos a defender con cuerpos policiacos profesionales, bien capacitados y con buenos salarios.

Así es, el mérito debe ser el único criterio para avanzar en un servicio profesional que nos permita seguir contando con los cuerpos policiacos y las instituciones que dan certeza e infunden confianza a los yucatecos.

Y esta calidad de vida con seguridad, hoy más que nunca estará acompañada de un desarrollo económico sostenido y parejo.

Vamos a mejorar en materia económica.

Un desarrollo integral para alcanzar nuestro máximo potencial en cada espacio, en cada área, en cada vocación.

Es mucho lo que hay que continuar haciendo al respecto. Es fundamental completar el círculo del desarrollo económico. Debemos contar con la mejor infraestructura logística y energética para ser más productivos y acceder a todos los mercados.

Porque tenemos la perspectiva real de un crecimiento industrial de nueva generación, mejores empleos y competitividad global.

Hoy, en el campo y en el mar de Yucatán hay buenas perspectivas para salir adelante, y lo podemos hacer con sustentabilidad, con tecnología y con la gran vocación de nuestros agricultores, ganaderos y pescadores.

Somos un polo de innovación que crea nuevas tecnologías gracias al talento y capacidad de los jóvenes, y vamos a liderar los entornos creativos de emprendimiento y los procesos productivos de alto valor agregado, que se generaran en la Zona Económica Especial. 

Yucatán es líder turístico, porque nos hemos empeñado en conservar nuestras tradiciones, cultura y gastronomía, a la vez que fortalecemos la conectividad y mejores espacios para el turismo de reuniones, sin miedo a pensar en grande.   

Y por supuesto, porque tenemos una gran experiencia comercial y de servicios, lo mismo en la educación universitaria, la asistencia médica o en el sector inmobiliario.

Somos una economía que está madurando, que ve hacia adelante con un gran potencial de crecimiento.

Por eso, la infraestructura es fundamental para que el desarrollo económico tenga un ecosistema óptimo y se desarrolle de forma sostenida.

Tenemos que hacer inversiones productivas en infraestructura, siguiendo una lógica territorial, con un desarrollo urbano adecuado, sostenible y con mejor movilidad.

Vamos a identificar las grandes oportunidades en las nuevas zonas industriales, en los atractivos turísticos, en los espacios agrícolas, pesqueros y ganaderos, y construir la infraestructura que se requiere.

Para decirlo muy claro, cada peso se invertirá de forma responsable y detrás de cada paso habrá una lógica de planeación.

Asimismo, nuestra mayor inversión será en el capital humano… nuestra gente… en los jóvenes yucatecos que todos los días se esfuerzan para abrirse nuevos caminos y oportunidades.

En este sentido, el mejor capital humano se forja potenciando sus vocaciones, impulsando sus competencias para afrontar los retos que impone la sociedad del conocimiento, y vinculando a las instituciones educativas y los entornos productivos.

Y para impulsar el desarrollo de infraestructura de vanguardia y formación de capital humano de alto nivel, resulta fundamental actuar siempre bajo el principio de finanzas públicas sanas y transparentes, y con una administración pública moderna.

Porque con finanzas sanas y transparentes, y ante todo, con mucha cercanía con la sociedad, vamos a tener un gobierno cercano y de resultados producto de una sociedad participativa, con ciudadanos activos y comprometidos con Yucatán.

Un gobierno cercano y una ciudadanía activa, nos permitirá que todas las acciones, los programas y las obras de infraestructura, tengan una repercusión y se sienta en cada hogar, en cada familia.

Quiero que juntos, los priistas ofrezcamos calidad de vida con seguridad y un desarrollo económico con una mejor distribución de los ingresos.

Quiero que los priistas salgamos a convencer a los ciudadanos de las colonias, de los municipios, de los distritos, a que refrenden su confianza en nosotros, porque con audacia y realismo van a mejorar las opciones de vida para todos los yucatecos.

Así, el gran objetivo que tenemos en el 2018 es contar con el respaldo de la sociedad, que garantice la legitimidad para generar mejores opciones y oportunidades de vida para cada hijo de Yucatán.

Mejores opciones para cuidar la salud de las familias, mediante un nuevo enfoque preventivo, la reorganización del sistema de salud y una atención de calidad orientada a las necesidades de las familias.

Mejores opciones para que las niñas y niños desarrollen su potencial, garantizando su permanencia en el sistema educativo mediante el respaldo de becas y apoyos que amplíen sus oportunidades… con las herramientas educativas básicas y tecnológicas para triunfar en la vida.

Mejores opciones para que las viviendas sean reflejo de la mejora en la calidad de vida de las familias… espacios más dignos para que nuestra gente viva mejor.

Les ofrezco que el desarrollo NO nos gane; les ofrezco trabajar para que todos salgamos ganando con el desarrollo y para nuestra gente.

Si sabemos cuáles son nuestras fortalezas, si sabemos con qué contamos, si sabemos dónde hay que poner nuestros esfuerzos, ya habremos recorrido buena parte del camino.

Tengo plena confianza en lo que juntos podemos y vamos a lograr.

Como yucateco y un enamorado de mi tierra les digo:

Yo confío en Yucatán.

Confío en Yucatán de la misma forma que la madre de familia confía en que su hijo o su hija pueden llegar a ser médicos, ingenieros o docentes.

Confío en Yucatán con la misma fe que el joven confía en que puede concretar su proyecto emprendedor, ser voluntario de casusas sociales o exponer su expresión artística.

Confío en Yucatán de la misma forma en que el productor rural confía en que su cosecha es de calidad y merece llegar a otras regiones y comercializarse mejor.

Confío en Yucatán de la misma forma en que las mujeres tienen la confianza, y el derecho, de vivir una vida libre de violencia. Con oportunidades y condiciones reales para la igualdad sustantiva.

Confío en Yucatán porque conozco Yucatán, porque quiero a mi Estado y se del valor de nuestra gente.

Hace 100 años, de 1915 a 1924 Yucatán vivió la época más transformadora de su historia, la que sentó las bases de un estado moderno.

Fruto de la acumulación de esfuerzos y de las administraciones revolucionarias de Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto, nuestra entidad sembró beneficios sociales que hoy todavía están vigentes. Tengo la confianza plena que hoy estamos ante una oportunidad similar.

El contexto es idóneo y las circunstancias propicias.

Es tiempo de ser la mejor versión de nosotros mismos, de convertirnos en nuestro propio sueño, con las mejores mujeres, con los mejores hombres… vamos a hacer, entre todos, la mejor versión de Yucatán.

El mejor Yucatán, el que nos corresponde, el que hoy es posible gracias al trabajo de los últimos años y al esfuerzo de todos.

Vamos juntos como priistas por el mejor Yucatán que hoy sí podemos construir.

Busquemos con humildad, pero con decisión, el derecho a construir ese anhelo.

Es nuestro tiempo.

¡Vamos con todo! Salgamos a defender nuestra grandeza, esforcémonos por conservar la tranquilidad y luchemos por nuestro inevitable destino de prosperidad… ¡VAMOS POR EL MEJOR YUCATÁN!

Muchas gracias.