¡DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!

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Mérida,Yucatán 2 de Octubre 2016.- A 48 años de que la cerrazón y autoritarismo con los que el gobierno priista de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños condujera a la masacre de cientos de jóvenes estudiantes de las principales instituciones educativas de nivel medio superior y superior de nuestro país, así como también de ciudadanos y ciudadanas que al calor de las demandas del Movimiento Estudiantil y Popular de 1968, se sumaron a este, con el fin de contribuir a la democratización de la vida pública, aún y a sabiendas de  la demencial ferocidad con la que el gobierno en turno había venido respondiendo al emplazamiento de un dialogo público y abierto al escrutinio de la sociedad, por parte de los cientos de miles de jóvenes que participaron en las épicas jornadas que caracterizaron el verano de 1968 en nuestro país.

Por lo anteriormente expuesto quienes integramos Movimiento Ciudadano en Yucatán honramos la memoria de quienes:

.-  No dudaron en oponer sus argumentos y su creatividad comunicativa a la campaña de difamación y desinformación lanzada desde Palacio Nacional para desacreditar los alcances democratizadores de la lucha de cientos de miles de jóvenes estudiantes.

.- No dudaron en hermanarse y solidarizarse para contrarrestar la violencia orquestada por prácticamente todos los aparatos de seguridad del estado mexicano.

.- No dudaron en plantear abierta y públicamente la necesidad de que se reconsiderasen los mecanismos de relación entre gobernantes y gobernados en nuestro país, mediante el establecimiento de espacios de encuentro y de dialogo transparentes y bajo observancia de la ciudadanía.

No dudamos en señalar que como consecuencia del heroico Movimiento Estudiantil y Popular de 1968, la sociedad mexicana ha experimentado cambios por demás significativos de la actitud ciudadana, respecto de quienes no titubean en tratar de escamotear, anular y revertir los derechos fundamentales de cualquier sociedad que se precie de ser democrática. Por lo que, reiteramos no únicamente nuestro total compromiso por defender todo lo concerniente a los derechos humanos en nuestro país, sino que también mantenemos nuestro irrenunciable compromiso por profundizar los mecanismos de participación ciudadana, con el fin de erradicar a quienes mediante la opacidad, la demagogia, las corruptelas, los abusos, las injusticias  y los excesos pretenden seguir erosionando los mecanismos de cohesión, integración e identidad social en nuestro país.