Discurso: XXV Congreso Latinoamericano de Puertos Mérida-México 2016

Discurso del Gobernador Rolando Zapata Bello, en el XXV Congreso Latinoamericano de Puertos Mérida-México 2016 «La agenda de los puertos latinoamericanos para los próximos 25 años»

Mérida, Yucatán, 30 de noviembre de 2016

Muchas gracias, muy buenos días tengan todas y todos ustedes. Permítanme en primera instancia saludar la presencia del licenciado Guillermo Ruiz de Teresa, muchísimas gracias, coordinador General de Puertos y Marina Mercante, y representante personal del licenciado Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno de la República, y un yucateco de corazón.

Le pedimos, Guillermo, al licenciado Memo Ruiz de Teresa como le decimos con afecto, te pedimos Memo, tú también lo eres, yucateco de corazón, pero de manera particular sabemos que lazos entrañables unen al licenciado Gerardo Ruiz Esparza con nuestro estado, así lo ha demostrado siempre, en su trabajo, en su compromiso con el estado, te pedimos que le transmitas un saludo muy afectuoso, lo mismo que a un gran amigo de Yucatán, que con obras, que con resultados, siempre nos patentiza ese gran compromiso y me refiero por supuesto al señor Presidente, licenciado Enrique Peña Nieto.

Quiero de igual manera saludar al señor Kurt Nagle, presidente Ejecutivo de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias, muchísimas gracias; al seño vicealmirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor Rosendo Jesús Escalante Ilizaliturri, comandante de la IX Zona Naval, muchísimas gracias; al ingeniero Raúl Torre Gamboa, director de la Administración Portuaria Integral de Progreso, así como al señor Rafael Díaz Balart, coordinador para América Latina de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias.

De manera muy particular a cada una, a cada uno de los más de 400 líderes portuarios de 34 naciones hermanas que participan en esta vigésima quinta edición del Congreso Latinoamericano de Puertos Mérida-México. Mi primera expresión es para agradecerles que hayan tomado la decisión de venir a Yucatán, ésta que es su casa, la tierra de la gran cultura maya, la tierra del Mayab legendario, que es una tierra que hoy, con el esfuerzo de todos sus habitantes, está abriéndose paso en una visión de desarrollo integral basada en un crecimiento económico que genere bienestar para todas sus familias.

Nos sentimos muy contentos, muy satisfechos, de que esta reunión se realice aquí, porque todos sabemos lo que los cuerpos y la Marina le ha representado y le representa hoy a la dinámica y al desarrollo de la humanidad entera, y en estos momentos, particularmente, que estamos conscientes que la economía del siglo XXI requiere decisión y visión a futuro.

Porque si cumplimos con esto, construiremos un futuro de crecimiento y bienestar para nuestros países y por eso, ese XXV Congreso Latinoamericano de Puertos de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias, sin duda, genera los espacios necesarios para poder alcanzar esta realidad.

Es un hecho que el crecimiento económico de Latinoamérica se ha dado a través de los mares y océanos. Ningún medio nos une ni tiene mayor capacidad de transporte que los barcos y el desarrollo de una sociedad se dará en función de su conectividad presente y futura.

De ahí la importancia del tema que ocupa a este congreso: “De cara al futuro: la agenda de los puertos latinoamericanos para los próximos 25 años”. Pero para analizar nuestras posibilidades futuras, tenemos que conocer el camino que nos trajo a donde nos encontramos en este momento.

En el caso de Yucatán, el puerto de Progreso cumplía hacia finales del siglo XXI, perdón, hacia finales del siglo XIX cumplía con el objetivo de permitir la salida de la fibra del henequén, exportación que sostenía la industria yucateca, y a fines de la década de 1930, se consolidó como un muelle fiscal de gran importancia a nivel nacional.

Pero a la vez que la economía de Yucatán se modificaba y el henequén perdía su relevancia económica, el Puerto de Altura se adaptó a las nuevas necesidades de forma continua. Adentrándose 6.5 kilómetros en el Golfo de México, Progreso se había convertido en el puerto más largo del planeta, una marca que sigue conservando.

Hoy, ya es el sexto puerto más importante nuestro México, y esa visión que hace años dio como resultado al tercer puerto mexicano más importante del Golfo de México, es la visión que debemos tomar ahora, con miras a las generaciones del mañana.

Porque puerto Progreso ya se ha consolidado como el canal de conectividad, permitiendo a Yucatán el desarrollo industrial del Siglo XXI y generando un importante flujo turístico hacia el estado. Así, a través de Progreso entran los bienes primarios que las industrias del estado requieren.

Un ejemplo, muy concreto, en este sentido: la carga de granel agrícola ha sido uno de los principales tipos de carga de importación en Progreso, superando durante la primera mitad de este año 2016 el millón de toneladas manejadas, un 56 por ciento más que en la primera mitad del primer semestre de 2015.

Dichos granos son posteriormente transformados en alimento balanceado usado por las empresas pecuarias de la entidad, que las utilizan para alimentar a sus pollos, pavos, cerdos y diferentes animales.

Como resultado de esa dinámica y conectividad marítima, Yucatán se ha posicionado como el cuarto principal productor de carne de cerdo nacional, y el primer lugar nacional en exportación de cerdo; el décimo, en carne de ave y como el principal exportador, reitero, de carne de cerdo.

El segundo sector que ha visto un aumento de sus actividades gracias al desarrollo del puerto de Progreso, es el sector turístico, a través de una gran expansión en el número de cruceros y pasajeros que llegan a él.

Así es como el Puerto de Altura de Progreso se está convirtiendo en un actor fundamental de la nueva economía de Yucatán, como lo ha hecho durante décadas. Por la conectividad y eficiencia con la que cuenta, hoy Yucatán es un estado más competitivo y más productivo.

Según datos publicados por el Instituto Mexicano para la Competitividad, Yucatán se ubica entre las diez entidades más competitivas de nuestro país, en este 2016.

Y quisiera cerrar esta reflexión planteando una idea central para esta ocasión. ¿Dónde nos vemos dentro de 25 años? ¿Qué decisiones debemos tomar para continuar por esta senda del desarrollo? Sin duda, el paso es de relevancia y aquí se ha expresado: la modernización.

La modernización de nuestros puertos, tanto en infraestructura como ya se han estado haciendo en el puerto de Progreso con ese gran compromiso del Presidente de la República que nos ha permitido la construcción, que hoy sea una realidad el distribuidor vial de acceso a puerto Progreso, una obra que es menester señalar que se estuvo planeando durante más de 10 años, pero fue hasta la llegada del Presidente Peña que se convirtió en una realidad, así como el viaducto alterno al Puerto de Progreso, que es una obra que garantiza la seguridad, garantiza la eficiencia y que viene realizándose con un presupuesto y que ya va con grandes avances; lo mismo con espacios logísticos necesarios para su funcionamiento.

Y por supuesto, es indispensable también fortalecer, como lo decía Guillermo Ruiz de Teresa, fortalecer  y ampliar sus capacidades. Y para ello, utilizar la creatividad, utilizar los esquemas que se requieran ahora en estos tiempos, que no es ningún secreto que en el ámbito mundial y en el ámbito nacional existan condiciones de complejidad financiera y presupuestal, utilizando medios creativos que permitan la suma de esfuerzos y fundamentalmente en ese sentido, quiero decirle licenciado Ruiz de Teresa, todo el compromiso del estado de Yucatán (inaudible).

Y estas son decisiones que todos los puertos de Latinoamérica deben tomar, aprovechando las ventajas competitivas de la región y de cada país.

Puertos como Santos en Brasil, Colón y Balboa en Panamá, Callao en Perú, Buenos Aires en Argentina, Buenaventura en Colombia, Valparaíso en Chile, Guayaquil en Ecuador y desde luego, los puertos mexicanos de Manzanillo, Veracruz y Lázaro Cárdenas, son sólo algunos ejemplos de los puertos que tienen una enorme relevancia para los mercados globales y su influencia tiene el potencial de expandirse aún más.

Tenemos la responsabilidad de tomar las decisiones de política pública e infraestructura que determinarán la consolidación de nuestra región.

Y aquí, sin duda será el espacio propicio y por eso nos da una gran satisfacción, se le da el espacio propicio a este Congreso para compartir experiencias, como bien lo dijo el señor Kurt Nagle, compartir experiencias, compartir buenas prácticas para fortalecer las capacidades, no únicamente en materia de infraestructura, sino también en buenas prácticas, en buenos procedimientos, que permitan el fortalecimiento de la competitividad de cada puerto y de las regiones y países a las que les brindan sus servicios.

Por eso a todos ustedes que hoy visitan para participar en este Congreso, les agradezco su voluntad de crecer, su voluntad de mejorar en este gran esfuerzo global.

Les doy la más cordial bienvenida a Yucatán, ante todo deseándoles que su estancia sea placentera y con toda seguridad estamos seguros que será de gran beneficio para toda Latinoamérica y para el mundo entero.

Muchísimas gracias y bienvenidos  a Yucatán, esta es su casa.