Discurso: Puesta en servicio de la planta de tratamiento de aguas residuales

Discurso del Gobernador Rolando Zapata Bello en la puesta en servicio de la planta de tratamiento de aguas residuales

Mérida, Yucatán, 13 de febrero de 2017

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes. Le agradezco mucho, señor rector, la oportunidad que nos brinda de venir y compartir este espacio y este momento, y particularmente con el tema que nos convoca.

Yo estoy convencido que uno de los grandes retos, de los grandes temas de este siglo XXI es la protección, la preservación de nuestro medio ambiente.

Y por supuesto, estoy muy consciente que como autoridades, todas, de los diferentes ámbitos y responsabilidades – saludo aquí al señor presidente municipal, él decía hace un momento la expresión desde la municipalidad diferentes acciones que se están realizando.

Pero por mucho, yo soy un convencido que en las grandes tareas, en las grandes misiones que tenemos los seres humanos, por mucho, hay tareas en las que todos los esfuerzos que realicen las autoridades, son limitados, y lo que se necesita es la participación de la sociedad civil, involucramiento, y por eso reconocemos en la Universidad Marista que la expresión, formación integral que se da en las aulas, va acompañada de los hechos.

Yo soy un convencido que la fuerza moral del ejemplo es fundamental, por eso que estemos esta mañana aquí, participando en la inauguración de esta planta de tratamiento de aguas residuales, y que es producto de un esfuerzo, hay que decirlo, un esfuerzo económico que hace la Universidad, yo digo que va más allá del beneficio que de sí tiene la obra, porque además del beneficio directo que tiene la obra, representa un ejemplo, una muestra, un testimonio de congruencia.

Es cierto, la carrera de administración de recursos naturales es una disciplina frontera en nuestro estado, que ya tiene varios años y que lo fue cuando surgió, pero tiene una gran actualidad. Y la Universidad para nosotros es una gran aliada para hacer cosas por la por la protección de nuestro medio ambiente.

Nosotros en Yucatán hemos expedido diferentes ordenamientos que nos permiten visualizar la gran tarea que tenemos para la protección de nuestro medio ambiente, que es un gran tema en todo el planeta, pero particularmente en Yucatán y en la Península de Yucatán que es una zona con grandes recursos naturales, tenemos también grandes tareas por hacer.

Por eso, desde el año 2013 decretamos como reserva natural a la Reserva Geohidrológica del Anillos de los Cenotes de nuestro estado. Aquí está don Roberto Pinzón, delegado de la Conagua. De acuerdo a las estimaciones de la Conagua, en Yucatán tenemos mantos acuíferos, una reserva estimada en 25 mil millones de metros cúbicos de agua.

Como suelo preguntarle a mi equipo de trabajo cuando me dan una cifra y yo no soy particularmente especialista en el tema, en este caso acudo al doctor Eduardo Batllori, y le digo –bueno, doctor, ¿y eso es mucho o es poco?- Esa reserva que hay en el subsuelo de Yucatán representa el 20 por ciento de toda la reserva de la gran nación mexicana, es la dimensión y ese es el enorme compromiso que tiene Yucatán con la protección de su manto acuífero.

Y para eso, hicimos este decreto para la protección de toda esta zona con una serie de acciones para garantizar que la calidad de esa agua, sea no sólo para las generaciones presentes, sino esencialmente para las futuras, una garantía de sustentabilidad.

Remarco y reconozco en la Universidad este compromiso, porque precisamente siguiendo esa visión hace algunas semanas la Universidad fue una de las instituciones académicas que junto con los gobiernos de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, suscribimos el acuerdo para la sustentabilidad de la Península de Yucatán, porque la biodiversidad que existe en la Península, la compartimos los tres estados y consecuentemente, los retos y las acciones también la habríamos de compartir.

Pero subrayamos el hecho de que no únicamente los gobiernos podríamos abordar estas grandes tareas, necesitamos de la sociedad civil, y ahí estuvo y está presente la Universidad.

Ahí, hay seis compromisos muy concretos que comparto con ustedes, porque son del interés de toda la sociedad. Uno, el lograr cero deforestación neta en el año 2030; dos, restaurar dos millones de hectáreas terrestres en toda esta demarcación; tres, lograr que el 50 por ciento de la extensión terrestre y costera de la Península esté bajo el esquema de conservación y manejo forestal; cuatro, promover paisajes bioculturales mayas en cinco millones y medio de hectáreas, por supuesto a traer financiamiento de fuentes privadas porque, los esfuerzos de las autoridades, de la sociedad, siempre deben de ir acompañados de esquemas que permitan la atracción de fondos concurrentes para los mismos propósitos; y restaurar el 20 por ciento de los arrecifes y el 30 por ciento de playas y dunas costeras alteradas por asentamientos humanos.

Estos seis enunciados traen consigo una serie de acciones que estamos ya desarrollando conjuntamente las autoridades y las instituciones de la sociedad civil que suscribieron este importante documento.

Eso nos marca una prospectiva, nos marca una ruta. Miren, yo soy un convencido que las normas no únicamente porque estén escritas o decretadas transforman la realidad; la realidad la transforma el ser humano con su voluntad, con sus acciones, con sus conductas.

Por eso, además de hacer estos decretos y estos documentos, estamos realizando diferentes acciones que son concurrentes y que van dirigidas al mismo propósito.

Hemos establecido un ambicioso programa forestal, que hemos iniciado desde el 2016 para la siembra de un millón de árboles de ramón en nuestro estado. El ramón es un árbol milenario que tiene enorme cantidad de atributos. No pasaría yo ahorita mucho tiempo expresándolo, pero verdaderamente yo les digo y sé que ustedes lo saben, que la planta del ramón es una planta que utilizaron las civilizaciones mayas pero que es una planta que mira hacia el futuro.

Por eso nuestro compromiso de sembrar un millón de árboles, que hemos iniciado ya para vincular con otras actividades. Y cuando hablamos de la protección de nuestro medio ambiente y en Yucatán referencia importante es la protección del manto acuífero, ahí nosotros expresamos una de las principales causas por las cuales hace algunas semanas, meses, expedimos el decreto 418.

Es un decreto estatal que establece a Yucatán como una zona libre de cultivos agrícolas con semillas genéticamente modificadas, es decir, con un paquete tecnológico transgénico. Expedimos este decreto pensando en motivos sociales, económicos, de la protección de nuestro medio ambiente para garantizar que nuestra biodiversidad sea preservada, actividades esenciales como es el cultivo de la miel.

Para eso nosotros no únicamente expedimos este decreto, sino a la par estamos trabajando con los instrumentos que nos da la investigación y los nuevos conocimientos para impulsar la mayor rentabilidad de nuestros cultivos.

Cómo lo estamos haciendo, trabajando con semillas mejoradas por selección, no modificadas genéticamente, eso es lo que estamos haciendo aquí en Yucatán y les voy a poner dos ejemplos. El maíz, nosotros tenemos un gran patrimonio para la humanidad que es la milpa maya, que hoy con la misma técnica que utilizaban nuestros ancestros mayas, hoy es cultivada por cientos de miles de milperos en Yucatán y ellos siembran la milpa de temporal, y en una hectárea ellos cosechan 600, 800 kilos de maíz.

Con estas semillas mejoradas por selección, que estamos desarrollando en nuestro sistema de investigación científica, en el CICY, aquí está el doctor Godoy, ¿ya fueron al Parque Científico? ¿Qué les pareció? Hay luego platicamos con el doctor Godoy, porque nos gustaría que haya una gran interacción en la investigación, en la innovación pero fundamentalmente en la aplicación de los nuevos conocimientos para la transformación de la realidad en Yucatán.

Es donde está el futuro, ahí hemos desarrollado dos variables de semillas de maíz, la Chichén Itzá y la Sacbé, que mejoradas por selección ya llevamos cuatro años entregándosela a nuestros productores milperos y únicamente con la utilización de esa semilla estamos alcanzando rendimientos de 2.5 o tres toneladas por hectárea, es decir casi tres o cuatro veces más que con la semilla tradicional que utilizan.

Lo mismo estamos haciendo con la soya, ¿verdad doctor? Donde se están alcanzando rendimientos con la variedad huasteca, inclusive superiores a los rendimientos que dan paquetes tecnológicos transgénicos. Esa es la realidad, eso es lo que se está haciendo.

Para nosotros ese es el camino y para eso también estamos acompañando los decretos con políticas públicas que incentivan las acciones vinculadas con la protección al medio ambiente. Nosotros tenemos un programa que se llama Peso a Peso y cada productor sin necesita insumos para su siembra, los productos se los damos a la mitad de precio, por eso se llama Peso a Peso.

En este caso, les estamos poniendo un incentivo de casi un 70 por ciento a quienes utilicen insumos orgánicos, es decir, que puedan sembrar, cultivar con un paquete tecnológico orgánico, proveniente de la gran cruzada que se ha emprendido con capacitación, con extensionismo, con muchas acciones para orientar hacia el cultivo orgánico en nuestro estado.

Una gran cruzada que ha encabezado don Raúl Monforte, quien fue secretario de Desarrollo Rural, porque es una verdadera cruzada que se ha emprendido hace varios años, digna de impulsar y que el Gobierno por supuesto impulsa.

De manera general, acaso un poco desordenada les he expresado acciones concretas que ha hecho nuestro Gobierno para establecer un marco normativo, pero al mismo tiempo un marco que dé pauta a acciones de Gobierno, pero de igual manera a acciones que se realicen por la sociedad civil organizada, y que conjuntamente autoridades y sociedad civil hagamos una gran alianza, una gran alianza para ir transformando todos los días las conductas humanas para hacerlas más armónicas con la preservación del medio ambiente.

Y esta es una tarea que reitero, es de todos los días, esta es una tarea amplia, intensa, pero que sin duda se transita de mucho mejor manera cuando se tienen alianzas muy sólidas, como en este caso de la Universidad, de manera particular y yo lo sé, con cada uno de los estudiantes, de los profesores de esta carrera que se tiene un enorme compromiso con este gran reto que tenemos juntos.

Y si algo les digo, es que lo están emprendiendo, repito, de la mejor manera posible, con la fuerza moral del ejemplo, haciendo cosas, inaugurando, poniendo en servicio una planta de tratamiento de aguas residuales en esta universidad y fundamentalmente con su actuar diario ser agentes de cambio, transformadores en el colectivo social y que se va convirtiendo en una gran fuerza expansiva que nos permite fortalecer a nuestra sociedad y ver con mucho optimismo, a pesar de cualquier reto, desafío, ver con optimismo el futuro para este estado.

Muchísimas gracias y muchas felicidades.