Discurso pronunciado durante la sesión ordinaria del Consejo Político Estatal

Discurso pronunciado por el por el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Carlos Sobrino Argáez, durante la sesión ordinaria del Consejo Político Estatal.

Mérida, Yucatán, 21 de octubre de 2017.

Vivimos un momento histórico y por eso -precisamente por eso- tenemos que estar a la altura de nuestra historia.

Y la historia priista es una historia de decisiones con visión de estado, de decisiones pensando en el futuro, de decisiones pensando en México y pensando en Yucatán.

Éste es el partido de los esfuerzos colectivos, éste es el partido de los resultados, de las respuestas oportunas ante las necesidades de la sociedad.

Éste -amigos, compañeros- es el partido que ha entendido siempre la circunstancia nacional y que ha entendido el momento político estatal.

Éste es el partido que ha hecho lo necesario para servir a las mejores causas de la patria y de nuestra tierra, asumiendo -sin miedo- el costo político y el juicio social.

Así, al decidir sobre el método de selección de nuestros candidatos, lo que realmente estamos decidiendo es ser maduros, es ser serenos, es ser lo que la ciudadanía exige de un partido responsable, serio y con mérito para seguir gobernando.

Con mérito para seguir gobernando bien y con rumbo.

Toda la sociedad los está volteando a ver a ustedes, a cada uno de los presentes, a los priistas más destacados de Yucatán, a hombres y mujeres exitosos en lo político y, claro, esperan que sean y seamos un ejemplo.

Un muy buen ejemplo.

Yucatán nos está volteando a ver, está volteando a ver a los priistas para que demos ejemplo de patriotismo, de humildad y de entender los tiempos y el humor social.

Amigos, no nos equivoquemos, poner el ejemplo de generosidad y madurez política, es poner un ejemplo de unidad.

Sí, unidad para que la sociedad tenga un partido que vele por todos y no por unos cuantos.

Unidad para tener proyecto y rumbo, y nunca perdernos en ocurrencias o incertidumbres.

Unidad porque es mucho, de verdad es mucho, lo que hay que cuidar y proteger, lo que hay que asegurar para ésta y para futuras generaciones.

Veamos objetivamente lo que ha sucedido en Yucatán en estos años;

· Tenemos una dinámica de crecimiento al doble de la economía nacional y al triple de la economía de Estados Unidos.

· Tenemos inversión y generación empleos a un ritmo nunca antes visto.

· Tenemos a la pobreza en sus niveles mínimos históricos, aun cuando falte por hacer.

· Tenemos los mejores niveles de seguridad del país.

· Tenemos a la educación garantizando la movilidad social.

· Tenemos al BID reconociendo a Yucatán como el gobierno con mayor transparencia presupuestal de américa latina.

· Tenemos políticas públicas que marcan liderazgo nacional en temas como; innovación, investigación, ciencia, tecnología o combate al cambio climático.

En el 2018 no saldremos a defender nombres o apellidos, aquí en Yucatán saldremos a defender un legado de desarrollo que Rolando Zapata nos está dejando para asegurar el bienestar y prosperidad de esta tierra.

Por eso, por ese legado que va a beneficiar a todos los que viven en Yucatán, la unidad está primero, la unidad es obligación moral en los tiempos que vivimos.

Hoy un gobierno priista ha logrado que este sea el tiempo de Yucatán.

Tenemos que garantizar que después del 2018 mantengamos una secuencia que nos permita vivir en los mejores tiempos de Yucatán, y esos, escúchese bien, solo podrán verse con un gobierno del PRI.

Digámoslo sin soberbia ni triunfalismo pero digámoslo con realidades, indicadores y números en la mano, porque a nosotros nos corresponde defender el buen rumbo de nuestro estado.

Y a nivel nacional no nos confundamos, es enorme el legado que la gestión de Enrique Peña Nieto, nuestro presidente, nos deja para proteger y hacer germinar.

El presidente Enrique Peña nos ha dejado sembrada la semilla de un nuevo país. Y basta un dato para despejar dudas, basta un solo dato, el dato de las reformas constitucionales.

Plutarco Elías Calles, el fundador de nuestro partido, hizo 11 reformas a nuestra Constitución, Lázaro Cárdenas 15, Carlos Salinas de Gortari 55 y, en este sexenio, con el PRI al frente, ya hemos hecho 154 reformas constitucionales, sí 154.

Este es un nuevo país; de verdad, en serio, en la constitución está escrito ya un nuevo proyecto nacional, un proyecto nacional cuya germinación se puede perder en un abrir y cerrar de ojos, si el PRI no mantiene la unidad que lo lleve a la victoria.

Así que no nos confundamos, en el 2018 saldremos a ganar porque la victoria no será por ustedes, ni por mí, ni por ningún candidato, será una victoria por el futuro de la gente, por el rumbo de Yucatán, por el rumbo de México.

Esa es la cita con la historia que tiene esta generación priista, una cita inevitable, una cita que es un privilegio que exige altura de miras.

Y la historia nos está viendo.

Está viendo si estamos listos, cuando recorremos el territorio; está viendo si estamos preparados, cuando pegamos el oído a la voz de las estructuras, cuando entre todos bordamos la unidad en cada uno de los 106 municipios de Yucatán, porque la fuerza de nuestro partido siempre ha emergido desde la base del territorio.

Pero sobre todo, está viendo si el PRI es el partido en el que todos podemos ser uno solo.

Sí, en el que todos podemos ser uno solo; ser uno solo para entender que, que si bien no todos cabemos al mismo tiempo en las candidaturas, todos sí cabemos en un proyecto de gobierno, en un gobierno que refrende el apoyo de la mayoría.

La gente no va a votar por los partidos políticos que se encuentran divididos, porque la UNIDAD genera en la sociedad confianza, certeza y estabilidad.

Debemos ser todos uno solo para que el triunfo del PRI sea el triunfo del campo, de la ciudad, de los jóvenes, de las mujeres, de los que están orgullosos de ser yucatecos y mexicanos.

Ahí está la obligación histórica, ahí está la madurez para conquistar el futuro y está en una unidad que nos haga formidables.

Una unidad que nos haga inquebrantables, una unidad que demuestre que la unidad de nuestro partido no es una simple quimera, sino el firme decreto del destino y de nuestro triunfo.

Adelante, la historia toca a la puerta, vamos a abrirle con la certeza y la humildad de todos ser uno, y de que nuestro destino común es la victoria. Muchas gracias.