Discurso en la inauguración de la Cumbre Internacional de Energía para Estudiantes 2017

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Mérida, Yucatán, 13 de junio de 2017

Muy buenas tardes. Con el saludo al licenciado Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía del Gobierno de la República; apreciable rector, doctor Enrique Graue, nuevamente muchas gracias por esa gran alianza que la Universidad Nacional Autónoma de México, la universidad de la nación firmó con Yucatán, y que este día ha sido testigo de muchas actividades fructíferas.

Me da mucho gusto saludar a Santiago Espinosa de los Monteros, y a todo el gran equipo organizador de este gran encuentro, de este gran evento. Saludar a todas las autoridades que se encuentran aquí presentes, encabezando esta gran inauguración.

Y de manera muy particular, saludarles a todas y cada una de ustedes, a todos y cada uno de ustedes, jóvenes estudiantes que están participando en esta Cumbre Internacional de Energía. Bienvenido a ésta que es su casa, Yucatán, el Mayab legendario, la tierra de la gran cultura maya, la tierra del faisán y del venado.

Esta tierra que se caracteriza por su cordialidad y por su armonía, hoy se viste de gala con la presencia de todo ustedes, porque ante todo, jóvenes estudiantes, el planeta está en sus manos. El futuro de la casa de todos, depende de la fuerza con la que se mantengan para ser escuchados, para hacer valer su voz y sus propuestas que permitirán cambiar el sistema energético global.

Jóvenes estudiantes como ustedes hicieron posible que la iniciativa para alcanzar su participación en el debate mundial sobre energía, hoy sea una realidad. Una realidad que hoy nos alcanza con la quinta edición de esta Cumbre multidisciplinaria, que reúne a cientos de los mejores estudiantes provenientes de decenas de países.

Y a ustedes, durante los ocho días de trabajo continuo, se sumarán 130 representantes de México y, como bien lo dijo Santiago, tres mil estudiantes yucatecos que asistirán a conferencias, diálogos y debates que tendrán lugar.

Encontrarnos hoy aquí, en éste que será un espacio de intercambio de ideas y conocimiento, es resultado del empeño y reconocimiento internacional de la calidad académica de nuestra máxima casa de estudios de la nación, la Universidad Nacional Autónoma de México.

Nuestra Universidad, como sabemos, participó a nivel mundial con muchas universidades más para ser designada como sede de esta importante Cumbre, y en su designación jugó un papel muy importante la respuesta dada a la pregunta que los organizadores formulaban a todas las universidades: “¿Ustedes qué harían?”.

Y es tan clara la estrategia que el conjunto de los principales centros educativos del país han trazado en materia de medio ambiente y en políticas energéticas, que México, representado por la UNAM, es hoy sede de esta Cumbre Internacional de Energía para Estudiantes.

Esta estrategia, yo estoy seguro, permite contribuir en un mundo cada vez más interdependiente, al desarrollo de nuevas tecnologías y al impulso de la innovación. Contribuir a la creación de nuevas regulaciones y prácticas en materia de energía, analizando la influencia que juegan los mercados y las políticas.

Las actuales y futuras generaciones nos enfrentamos a nuevas problemáticas ambientales que requieren nuevas soluciones. Soluciones con dinámicas energéticas sustentables, globales, como lo señala acertadamente el programa de esta Cumbre.

Soluciones con nuevas regulaciones que, si bien han de contemplar las exigencias del mercado, también están obligadas a considerar la equidad en el acceso a los recursos. Necesitamos, a nivel mundial, legislaciones y normas para políticas sustentables, equitativas y justas.

Todos sabemos que la pobreza degrada a los individuos y degrada al medio ambiente. Los recursos naturales son limitados y el acceso a ellos, muchas veces, inequitativo. Los estudiantes lo saben y les preocupa.

Por ello, celebro la realización de las Jornadas de Contribución Comunitaria, de contribución social, que se llevarán a cabo por primera vez y con el que serán beneficiadas poblaciones de Yucatán. En nombre de todas ellas y de todo el pueblo de Yucatán, agradecemos esta iniciativa. Muchas, muchas gracias.

Por su parte, en la asistencia a esta Cumbre está representada la totalidad de los países de América Latina. Este hecho lo celebramos, porque entre los mejores estudiantes latinoamericanos, aquí presentes, se encuentran los futuros líderes de gobiernos o de empresas, que habrán de poner en práctica políticas energéticas que salvaguarden al planeta.

Porque, ustedes lo saben, cada decisión tomada en materia energética, o dejada de tomar, tendrá consecuencias, tendrá efectos en el medio ambiente y en la población.

Quisiera concluir retomando la pregunta base que se hizo a las universidades participantes: ¿Ustedes qué harían? Nos interesa su opinión, queremos escucharlos y conocer sus propuestas. Ciertamente México y Yucatán mantienen un liderazgo en materia de energías alternativas y desarrollo sostenible, y su uso se extiende cada vez más a la industria y a la agroindustria.

Comparto con ustedes que, en este sentido, Yucatán fue sede, hace sólo un par de años, de una conferencia de ombudsman de 53 países para analizar los 17 objetivos y 169 metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.

Y fuimos sede en 2015 de la Segunda Reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas, con participación de secretarios y ministros de Energía de 35 países. Aquí, el licenciado Pedro Joaquín Coldwell, precisamente, fue el anfitrión.

Este camino ya iniciado, lo podemos y debemos ampliar. Cada paso es importante y se suma al largo camino que nos espera. Sí, al principio mencioné que el futuro del planeta está en sus manos, sin embargo, eso no significa que estén solos en esta tarea.

Los gobiernos, los investigadores, los académicos, los empresarios y la sociedad en su conjunto, estamos con ustedes. Ésta es una responsabilidad conjunta, la que tenemos por delante y ustedes, yo estoy seguro, se encargarán de hacérnosla cumplir.

Muchas gracias, y bienvenidos a ésta que es su casa. Bienvenidos a Yucatán.