Discurso de la Mtra. Celia Rivas Rodríguez, en firma de comodato entre Congreso Yucatán y la UADY.

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Discurso de la Presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Estado de Yucatán, Diputada Celia Rivas Rodríguez, pronunciado en la firma de comodato entre el Congreso de Yucatán y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

LIC. ROLANDO RODRIGO ZAPATA BELLO.
GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DE YUCATAN.
MAGISTRADO DOCTOR MARCOS ALEJANDRO CELIS QUINTAL, PRESIDENTE DEL HONORABLE TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA Y DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA DEL ESTADO.
DOCTOR JOSÉ DE JESÚS WILLIAMS, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE YUCATÁN,
INTEGRANTES DEL PRESIDIUM QUE YA HAN SIDO DEBIDAMENTE PRESENTADOS.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN PRESENTES.
DAMAS Y CABALLEROS.
MUY BUENOS DIAS.
El aula magna o congresito, como lo conocemos los yucatecos, es sin duda, un mudo testigo de cientos y cientos de páginas trascendentales en la vida legislativa de la democracia contemporánea.
Los que integramos la Sexagésima Primera Legislatura, nos sentimos satisfechos de que sea la Universidad Autónoma de Yucatán la encargada de darle un digno uso a esta majestuosa obra arquitectónica, cuyo origen nos remonta al año de 1823, instante en el tiempo en que empezó a formar parte del devenir histórico del Congreso Yucateco hasta el año de 1981.
Es decir, fueron 158 años de innumerables sucesos que vieron la luz en su interior, siendo parteaguas en la construcción de una democracia revolucionaria con miras a establecer un estado de derecho, esbozando muchas de nuestras actuales instituciones.
El Aula Magna, durante el siglo pasado fue el centro de debates, fue la casa del parlamentarismo y su corazón fue la máxima tribuna del estado, pero también nos dio espacio para hacernos parte de eventos académicos e institucionales de carácter legislativo.
El inmueble que hoy queda en manos de nuestra rectoría universitaria, también ha servido como palestra en el marco de eventos culturales, exposiciones artísticas e incluso como sede de reuniones de intercambio cultural y parlamentario con otros países.
Su esencia está por demás impregnada a sus paredes, pues en su seno nacieron las voces que clamaron inscribir con letras de oro los nombres de ilustres personajes como el General Salvador Alvarado, Licenciado Eligio Ancona, General Manuel Cepeda Peraza y Felipe Carrillo Puerto.
Nombres de compatriotas y mártires de la nación, cuyas almas todavía custodian el presente y el porvenir de nuestra entidad.
El Aula Magna, tuvo el honor de ser el sitio histórico donde los diputados constituyentes guiados por el ilustre yucateco Héctor Victoria Aguilar discutieron lo que fue nuestra primera Constitución Política en 1918.
En pocas palabras, esta mañana dejamos una responsabilidad histórica a nuestra Universidad Autónoma de Yucatán, en nuestra máxima casa de estudios queda el alto honor de continuar bajo la senda del orgullo legislativo, otorgándole un uso correcto que fortalezca la educación, la cultura y las artes en el estado.
Estamos ciertos que por medio de eventos culturales, como de corte académico a la altura del estatus nacional e internacional que tiene nuestra Alma Mater yucateca, las épocas de gloria que dan forma a este invaluable predio, seguirán por muchas décadas más…
Señoras y señores:
Nuestra máxima Casa de Estudios  desde su creación ha contribuido  siempre a mejorar la educación superior  a través de tres ejes fundamentales: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura.
La Universidad  sin duda alguna, es un ejemplo de trabajo coordinado ya que su vínculo con la sociedad civil la hace una institución cuyos servicios se encaminan siempre a investigar, las condiciones para darle bienestar a la población.
 Con esta importante  acción  que realizamos  el día de hoy  para  dotar de un inmueble a la Universidad Autónoma de Yucatán  por parte  del Poder Legislativo, se demuestra una vez más que los Poderes Públicos  deben ser los primeros en hacer vigente en todo nuestro territorio estatal el derecho humano a la Educación y a la Cultura.
Estamos seguros que, con este nuevo espacio, nuestra Universidad ofrecerá nuevas opciones culturales y educativas  para beneficio de los mexicanos, para posicionarla aún más como la institución vanguardista en educación de primer nivel, formadora de una ciudadanía ética y socialmente responsable de cara a la actual y a las próximas generaciones que ayuden a eliminar las desigualdades y creen puentes de bienestar y cohesión social.
Por todo lo anterior, la Sexagésima Primera Legislatura del Honorable Congreso del Estado de Yucatán con este acto rinde un merecido homenaje a este histórico Recinto Parlamentario que ha sido testigo fiel de las máximas aspiraciones democráticas del pueblo yucateco, y que el día de hoy se otorga para su uso y disfrute a nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Yucatán, para continuar su legado a través de la Educación, la Cultura y las Artes.
Enhorabuena, muchas felicidades.