Buscan obtener ADN de la vaquita marina para su preservación

Investigadores del Frozen Zoo intentarán obtener, por primera vez, una muestra genética de una o varias de las vaquitas marinas que serán localizadas por tres delfines de la Armada de Estados Unidos

El Frozen Zoo de San Diego, California, en Estados Unidos, almacena desde 1972 materiales genéticos de animales y plantas en contenedores con nitrógeno líquido a una temperatura de 96 grados centígrados bajo cero.

Oliver Rayder, director de Genética del Frozen Zoo, explicó que poseen “células de 10 mil animales individuales… que pueden sobrevivir durante siglos si se mantienen congeladas… Tenemos muchos rinocerontes, cebras, parientes de burros, demonios de Tazmania”.

Las muestras se utilizan para aprender más sobre las especies y crear estrategias para evitar su extinción.

Cynthia Steiner, directora asociada de Genética del Frozen Zoo, comentó que ese “es el sitio donde la magia pasa en nuestro laboratorio… Tenemos incubadoras donde las células crecen y cada incubadora tiene una temperatura diferente”.

En dichas incubadoras crecen células vivas de mamíferos, todas las especies de pájaros, réptiles y anfibios, precisó Steiner.

“Tenemos una especie que es el po’ouli, que no existe más, gracias al esfuerzo de nuestras personas acá en Citogénetica, ellos pudieron salvar un linaje celular de esta especie”, destacó la especialista.

En octubre próximo, investigadores del Frozen Zoo intentarán obtener, por primera vez, una muestra genética de una o varias de las vaquitas marinas que serán localizadas por tres delfines de la Armada de Estados Unidos, que recorrerán el Alto Golfo de California, hasta encontrarlas.

“El mayor desafío es conseguir la muestra… Nunca hemos tenido una muestra de una vaquita por lo que no podemos estar cien por ciento seguros de que podríamos lograr que crezcan” las células, precisó Oliver Rayder.

El material genético será trasladado al Frozen Zoo, ahí, los científicos descifrarán la secuencia del ADN de la vaquita marina y obtendrán un cultivo de sus tejidos.

“El propósito de salvar las células es contribuir a los esfuerzos de conservar a las especies y evitar que la vaquita marina se extinga”, apuntó Rayder.

 

Con información de Alan Pérez.

 

RMT