Avanzadas trabajan en busca de subir al poder de Yucatán

PACTO POLÍTICO Por: Sergio Rodríguez Durán

Este fin de semana se efectúo importante reunión de trabajo en mansión del norte de Mérida en donde se reselló el pacto político entre Jorge Carlos Ramírez Marín y la inquieta ex presidenta nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho de Sierra.

Aún más luego que el operador electoral ahora en funciones en el Estado de México le cumpliera con un encargo en institución de investigación a quien vendiera hasta la Casa del Pueblo. El alfil de Rubén Leyrana hijo político de Dulce María fue la avanzada de este grupo que está trabajando con todo para subir al poder de Yucatán.

Sauri Riancho como es conocido ha estado atacando a su propio partido y sus gobiernos desde Ivonne Ortega hasta la presente fecha, aunque ahora, con estilo más fino, pero ataque al fin. También, cuando es conveniente y para guardar las formas, concede un poco de alabanza para manipular las relaciones de las que sigue obteniendo beneficios, como siempre.

Los temas de las encuestas a favor de Ramírez Marín son coordinados por el ex delegado de la Sedesol federal, Rubén Leyrana Canto como parte de los estudios que presume por todos lados. Son de los casos caducos, en donde no se muestran cuadros innovadores, pareciera que el tiempo y las prisas impiden crear campaña con vertientes frescas, más de lo de siempre.

Desde luego, que no se duda, ni sea puesto en tela de juicio la capacidad, liderazgo y altas posibilidades de un político de la talla de don Jorge Carlos; de ninguna manera, por el contrario, se resaltan los conceptos que lo conservan en esos primeros sitios de probabilidades para darle la mano de salida al grupo de don Rolando Zapata Bello, en su momento, y garantizar, quizá, no mover asuntos de revisiones como se hiciera con la ex mandataria Ivonne Ortega Pacheco. Similitud de compañeros de partido u pacto político.

Hoy por hoy, las fuerzas nacionales cercanas a Enrique Peña Nieto parecen ir cediendo a las virtudes de Ramírez Marín, quien además le pusieron el balón frente a la portería ahí en el Estado de México, que, de meter el gol y ayudar a que el PRI retenga el gobierno de esa entidad, casi aseguraría el espaldarazo para abanderar Yucatán. Un camino con el compás en efervescencia.

Así que los seguidores, amigos y aliados del diputado federal deben estar en buen ambiente porque tienen, ahora, momentos de privilegio en el camino a lo electoral. La pauta con doña Dulce María, no es mala, al contrario, es una muestra de negociación y madurez política a la que muchos en ejercicio actual; se niega a ejercer, esa soberbia que envenena el alma y hasta enfermedades traen aún con millones de pesos en cuentas y propiedades hasta en varias partes del país, digo, podría decirse como simple ejemplo de ese mal político. Bien por Jorge Carlos que asume la integración, más que la división.

De caricatura el evento del PRD en donde al estilo de sus socios y manipuladores, movieron camiones para el traslado hasta de priistas, local afín a otro partido, comida y bebidas a cargo, efectivo para gastos varios, etcétera, según cercano a las cuadraturas de investigación de pactos políticos. Sin embargo, toda esta inversión, según dicen, no garantiza nada más que la amistad, pues a la hora de la gubernatura y la presidencia de México las decisiones finales serán tomadas por acuerdos cupulares del centro o sea de los jerarcas mayores en la Ciudad de México.

Ni uno, ni otro bando le pueden garantizar al PRI o al PAN su lealtad electoral del PRD, ya que el mensaje de las dirigencias y cuestiones de Estado estarán sujetas a la mesa de negociación que se establecerá para esas fechas. Solo es cuestión de tiempo. Por ahora se compra un cascarón que se llena, pero que permanece vacío en la utilidad política para el 2018. Lo del día ya está garantizado con declaraciones, poses y aplausos. Lo que sigue, no depende de ellos, falta las más altas decisiones en los altares cupulares del Consejo del Poder mexicano. Es una realidad. Claro, que el informe del operador luce ante su jefe, pero hasta, ahí se paga y gasta en algo incierto. Nada más es ocasión de observar los procedimientos y tendremos el referente.