Analizan expertos presente y futuro de la agricultura ante el cambio climático y sequias

Analizan expertos presente y futuro de la agricultura ante el cambio climático y sequias

Ciudad de México a 07 de julio del 2022.- Durante el webinar Innovación y sustentabilidad en el campo: presente y futuro de la agricultura ante el cambio climático y sequias, organizado por Bayer;  académicos, iniciativa privada y representantes de organizaciones expertas en el tema recalcaron que la implementación de la innovación tecnológica forma parte de la soluciones y alternativas en el uso eficiente del agua , que a su vez contribuyen a producir alimentos con menos recursos.

En la reunión participó Luis Marín, Geólogo de la UNAM y Director General de Grupo HA; Fernando Haro, Director General del Consejo Nacional Agropecuario (CNA); Sofia Escoto, Especialista en Ciencia de Datos en Bayer y Humberto Méndez Olmos, Director de BOT (Building Operating and Transfer) y Desarrollo de Negocios de Veolia México.

Durante la conversación, Laura Tamayo, Directora de Comunicación, Asuntos Públicos y Sustentabilidad de Bayer, mencionó que “la sequía prolongada afecta a los cultivos directamente debido a que más del 70% del consumo de agua dulce corresponde a la agricultura, utilizada principalmente para el riego de los campos; fenómeno que afecta el presente y futuro de la seguridad alimentaria. Si el crecimiento poblacional y los hábitos de consumo continúan en el ritmo actual, en el 2050 la escasez de alimentos a la que se enfrentará el mundo será insostenible”. 

Tan sólo en México, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 30 años el país contará con 23 millones de habitantes más y la demanda de alimentos crecerá un 70%; se requerirá más agua y energía de la que se necesita actualmente, sin mencionar que habrá acceso limitado al agua potable, lo cual representa uno de los retos más importantes en la actualidad, pues el desabasto de este líquido se ha vuelto un facto de subdesarrollo en todo el mundo.

“De los problemas que tenemos en nuestro país es el desconocimiento de nuestros recursos hídricos; se habla mucho del agua superficial, como las presas, pero tenemos un área de oportunidad en el agua subterránea”, explicó Luis Marín.  Asimismo, señaló que un factor que influye en la problemática de la sequía en México es la deforestación, “ya que las raíces de los árboles crean conductos por los cuales el agua de lluvia no escurre, sino que se filtra para llegar a los ríos, presas, acuíferos, etc. En este sentido, existen proyectos muy interesantes donde se usa nuevas tecnologías, como los drones, que ayudan a dar una mayor visualización del campo “. 

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que en los últimos 20 años el número de sequías y su duración han aumentado un 29 % en todo el mundo, México no es la excepción, ya que expertos de la UNAM han informado que el 2021 fue un año atípico; se sufrió la sequía más fuerte desde 1997 y se espera que el 2022 sea similar.

Durante el webinar, Fernando Haro señaló que, “desde el 2020, las sequias han sido más recurrentes por el fenómeno de la niña”. En el primer semestre del 2022 las sequias han estado presentes, desafortunadamente, se pronostica que entre un 59% a 62% prevalezcan en toda la república. Esto afecta principalmente a los cultivos básicos, como el maíz, que dependen del temporal y el pecuario, ya que por la falta de lluvias en el país no hay suficientes pastizales para poder alimentar al ganado”. Asimismo, mencionó que “todos tenemos que ser parte de la solución al problema; tanto abasto para la población como el uso para la producción de alimentos en nuestro país”.

Los panelistas coincidieron en que todos los sectores y sociedad deben trabajar en conjunto para tener alimentos suficientes para todos y por ello, es importante usar el agua de una manera más sostenible, a través de prácticas agronómicas mejoradas con un enfoque integrado y avances en cultivos más resistentes. De esa manera, la tecnología e innovación en la agricultura se convierte en parte de la respuesta.

Ejemplo de ello es la agricultura digital, que combina el conocimiento de un agricultor con tecnologías de vanguardia como inteligencia artificial, sensores de campo, drones, entre otros. Estos permiten obtener datos precisos para hacer un uso más eficiente de las materias primas y otros insumos; la combinación de prácticas como el riego por goteo, el manejo integrado de malezas y la labranza reducida pueden disminuir el consumo de agua hasta en un 60% y menos energía que el riego convencional, explicó Sofia Escoto, Data Specialist de Bayer.

“Un ejemplo de cómo usar el agua de manera más eficiente es el programa Cultivando Cada Gota que brinda asesoría a pequeños agricultores para que aprendan a maximizar este recurso en la producción de maíz”, agregó Sofía Escoto.

Por su parte, Humberto Méndez Olmos, Director de BOT (Building Operating and Transfer) y Desarrollo de Negocios de Veolia México, una empresa especializada en la prestación de servicios ambientales en gestión integral de agua y residuos, comentó que “la tecnificación del riego, como la técnica por goteo, permiten ahorrar hasta 30% en el consumo del agua, lo que redunda en beneficio directo para los agricultores y sus comunidades”.

 Los retos y oportunidades que enfrenta el sector agrícola son grandes y para alcanzar una agricultura más productiva, competitiva e incluyente es necesario brindar capacitación y establecer alianzas público-privadas para hacer posible una producción más sustentable. Para Bayer, apoyar a pequeños agricultores, responsables de producir la mayor parte de alimentos del mundo, es una prioridad, por ello se está trabajando para que tengan acceso a los avances tecnológicos y a soluciones más innovadoras.

En Mexico, Bayer apoya a más de 80 mil pequeños productores con capacitación, asesoría y tecnología para potenciar sus cultivos e incrementar su calidad de vida y la de sus familias. A la fecha, en México la compañía ya ha alcanzado a 2 millones de pequeños productores con capacitaciones y soluciones a su medida; el objetivo es llegar a 3.5 millones para el año 2030.