Acusan uso de elefantes en shows acuáticos de ser abuso animal

Denuncian abuso de elefantes en shows acuáticos de Tailandia y organizan campaña para que no vuelvan a usarse de esta manera.

En un zoológico de Tailandia, un entrenador se monta sobre el pescuezo de un enorme elefante que, a golpes, es obligado a zambullirse en una piscina y a nadar debajo del agua para entretener a decenas de visitantes.

A través de un video publicado en redes sociales, se puede ve cómo el entrenador obliga al mamífero a sumergirse en el agua al jalarle con fuerza las orejas.

El objetivo, sin embargo, no es educativo, sino meramente lúdico.

El video fue grabado en el zoológico Khao Kheow, en la región de Chon Buri, donde todos los días, elefantes son obligados a entretener a niños y adultos.

Con el fin de evitar que este tipo de espectáculos vuelva a suceder, un grupo de activistas en favor de los derechos de los animales, organizó una campaña con la que se busca prohibir que se usen a los animales de esta manera.

Los activistas indican que shows como el del video, no son otra cosa que maltrato animal pues a los elefantes se les lastima para que hagan lo que sus entrenadores quieren.

Mientras que los elefantes salvajes nadan en los lagos de su hábitat natural para refrescarse y lavarse, en este zoológico de Tailandia se usan sus habilidades acuáticas para montar espectáculos en los que los únicos beneficiados son los organizadores.

Según medios locales, uno de los entrenamientos más crueles a los que los elefantes son sometidos en Tailandia, se llama “phajaan” y consiste en golpear a los animales hasta que se vuelven dóciles y obedientes.

El objetivo del Phajaan es romper el espíritu del animal.

Grupos dedicados a la defensa de los animales destacan que también se usa un método de entrenamiento llamado “kraal” que involucra perforar las orejas de los elefantes con clavos y palos todos los días.

A los animales se les coloca en jaulas metálicas de tamaño reducido que imposibilitan su movimiento y los hacen mucho más obedientes.

Por estas razones, unas 132 mil personas firmaron una petición para prohibir este tipo de abusos contra los elefantes, así como otros animales que son mantenidos en zoológicos con el fin de vender entradas.