Abogada Antonia Jiménez Trava… Totó… gracias por su servicio a Yucatán y a México: Celia Rivas

Discurso pronunciado por la Presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Celia María Rivas Rodríguez, en el marco del homenaje al legado de la Abogada Antonia Jiménez Trava.

MUY BUENAS TARDES

Es un honor para mí y agradezco a la Asociación de Mujeres Profesionales en Derecho de Yucatán, Abogada. Antonia Jiménez Trava, la oportunidad de tomar la palabra en este día en el que conmemoramos a una mujer única en su tiempo y cuyas acciones la han hecho ser, merecedora de pertenecer a todos los tiempos.

Se cumplen cinco años de que nuestra abogada Antonia Jiménez Trava se desligó de la vida y pasó a formar parte de nuestra historia.

Y cuando digo “nuestra historia”, hablo de la historia yucateca y de la historia de nuestro país.

En el marco del Centenario del Primer Congreso Feminista de México, que se llevara a cabo aquí en Mérida, es una obligación el recordar el legado  de la abogada Jiménez Trava.

En los últimos días, me permití volver a revisar la que hoy y desde hace muchos años, es una lectura obligada… hablo de la tesis que la entonces pasante Jiménez Trava presentó para obtener el título de abogado, titulada “La Mujer y los derechos políticos y civiles” en el ya lejano año de 1939.

Desde la primera página de su tesis, la después magistrada escribió, y cito: “Si la mujer como persona en la sociedad civil o Estado tiene la misma obligación que el varón de contribuir al objeto de aquella, esto es, a la coexistencia pacífica de sus obligaciones sociales, siendo el derecho lo correlativo de obligación, ¿por qué la mujer no ha de tener conforme a nuestro Derecho Civil los mismos derechos y obligaciones que el varón?”, cierro la cita.

Así se expresaba la estudiante de abogacía, casi 15 años antes de que la mujer mexicana tuviera el derecho a votar.

Unas página más adelante señala “No de hecho y de derecho se ha venido violando impunemente en la mujer algunos de esos derechos del hombre que garantiza nuestra Carta Magna, ya que de facto y de jure se ha querido desconocer el ejercicio de sus derechos civiles, unas veces sin autorización expresa de la ley positiva, y otras por mandato expreso y terminante de la misma”, cierro la cita.

Es la voz de una mujer que entre millones,  hacía las preguntas correctas a un sistema que se negaba a reconocer en la mujer, la misma capacidad intelectual de la otra casi mitad de la población.

A lo largo de esta maravillosa tesis, tanto por su contundencia, como por su claridad, brevedad y profundidad, la pasante Jiménez Trava cuestionaba la manera en que se coartaba la libertad jurídica de la mujer, y lo demostraba con una claridad de ideas envidiable.

Se remitió al Derecho Público y expuso cómo era, que por la razón de la fuerza y no por la fuerza de la razón, la mujer no había podido ejercitar sus derechos y obligaciones políticas, como es el acto de votar.

Arremetió contra el Derecho Privado hablando de él, y cito sus palabras: “odioso exclusivismo del varón que, quizás por haber sido hasta hoy el único conceptuado capaz para expedir las Leyes en general, no ha mirado más que por el bien de los de su mismo sexo”, cierro la cita.

Así lo escribió una joven de tan sólo 22 años… era 1939…

En tan sólo trece páginas de tesis, esta gran mujer expuso un problema y exigió una solución, no sin antes mostrar esa humildad que la caracterizó toda su vida, hablándole directamente al que sería su sínodo, escribiendo lo siguiente: “…no creo haber agotado la materia que es vasta y muy superior a mi escasa inteligencia, no diré una palabra más, ya que he querido ser concisa en la exposición de esta tesis para no cansar la atención de ustedes”.

                Mujer Inspiración de muchas mujeres.

La sociedad y en especial las mujeres, le debemos mucho a esta incansable luchadora por los derechos políticos y civiles de nosotras.

Le debemos a ella el que hoy en día se descarte en las ceremonias matrimoniales la lectura de la Epístola de Melchor Ocampo al contraer matrimonio y fue ella misma, con su puño y letra, la que redactó una epístola que reconocía a la mujer y su papel en la sociedad.

 

“Ni la mujer es sexo débil ni el hombre es sexo fuerte, según la absurda tradición. Ambos son elementos humanos que conjugan sus posibilidades y sus dones naturales, para cumplir más eficazmente su destino en el mundo…” reza la epístola de su autoría llamada “Mensaje de unión”.

La señora magistrada, abogada Antonia Jiménez Trava, fue conocida y reconocida como TOTO… un cariñoso nombre que siempre denotó gratitud y admiración a favor de una profesional que dejó huella indeleble en los estrados jurídicos y en las aulas universitarias.

Y como se puede leer en la presentación del libro “Una Mujer de Primera”, cada quien guardó en la memoria a su propia Totó, producto de un invaluable consejo recibido… de una mirada sería, pero sincera… o una palabra de aliento.

Al revisar lo escrito en este libro sobre ella, en la pluma y voz de casi 40 personas, se repiten una y otra vez actitudes y conceptos que la caracterizaron, de manera congruente, toda su vida.

Hablar de nuestra abogada Antonia Jiménez es hablar de un referente invaluable de superación, de decisión y congruencia entre las ideas y las acciones; de una entrega sin igual al servicio y aplicación de la Ley y la justicia… de un hablar en línea recta, que atravesaba paredes… una mente culta y práctica… una fuente de inspiración continua.

Fue la primera mujer abogado del Estado… fue la primera en ocupar la presidencia de un Tribunal Superior de Justicia en toda la República… y siempre era la primera en demostrar con el ejemplo, que sin importar el grado de dificultad de las cosas que enfrentamos, son precisamente las más difíciles, las que nos enseñan y abren camino cuando las remontamos y aprendemos a sobrellevarlas.

Ella sabía bien que entender, era transformar y a eso dedicó su vida… a la transformación de almas jóvenes que con atención la escuchaban en los salones de clases, asombrándose al descubrir en ella no sólo a la prestigiosa jurista, sino al ser humano, exigente, pero justo… a la mujer siempre firme, pero sensible…  un tipo de liderazgo sin estridencias, pero siempre constante, congruente…

Su conocimiento y buen juicio dictaban su criterio y el sentido común disponía su accionar.

Nuestra querida abogada Jiménez Trava fue una lideresa que conocía el camino, lo recorría y lo mostraba a todos y todas las que la seguían.

Entre su vasto legado, hoy reconocemos aquel que fue producto de ese efectivo liderazgo, definido por sus resultados y no por sus atributos; palpable, hoy en día, por su influencia.

Hoy recordamos con respeto y cariño a una mujer que fue fuerte, nunca ruda; generosa, nunca débil; firme, nunca agresiva; considerada, nunca apacible; humilde, nunca tímida; orgullosa, nunca arrogante…

En este, el quinto aniversario luctuoso de la Magistrada abogada Antonia Jiménez Trava, los invito a que la recordemos como la mujer que tuvo la confianza en sí misma para pararse sola ante el sistema, con el coraje para tomar decisiones difíciles y la compasión para siempre escuchar las necesidades de otros.

Una yucateca que inspiró a múltiples generaciones a soñar más, aprender más, a hacer más y convertirse en más…

Ha sido y seguirá siendo un ejemplo a seguir por mujeres y hombres.

Desde aquí, nuestro profundo reconocimiento.

 

Abogada Antonia Jiménez Trava… Totó… gracias por su servicio a Yucatán y a México, gracias por estar siempre en nuestros recuerdos y pensamientos, gracias por ser para las mujeres una gran fuente de Inspiración.

 

Gracias TOTO, donde sea que te encuentres te mandamos nuestro cariño y admiración.

 

MUCHAS GRACIAS.

AntoniaJ002